A tti
Compañera, cuando el dolor te invada y la incertidumbre inunde tus pensamientos, recuerda como iluminas mi existencia con cada paso que das; lo sé, no se trata sólo de mí, pero hablo desde lo que creo de ti, hablo acerca de la belleza, de tus ojos y sobre la luz que haz traido contigo, aquella que ha causado que considere que aquella oscuridad no existió.
Hablar de lo que siento es pensar en tus ojos, tus hoyuelos, tu cabello y todo lo que te conforma, y tengo apenas una noción de tus miedos y angustias pero, me lleno de certezas, las cuales, en este instante me acompañan, y deseo permanecer, y esto no causa en mí desesperación, esto confirma mi deseo de estar contigo, para ti.
Mi amor, por último quiero hacerte saber que aunque deseo estar, no deseo hacerlo si esto causa en ti angustia, así que, cuando decidas marcharte, llévate de mi estas líneas, las cuales inspiras, pero no cargues con ninguna culpa, porque te brindo libertad, y si en esa libertad me escoges, seremos nuestras.
