#1974 #ElAmorLasMujeresYLaVida #EscritoresUruguayos
Señoras y señores hoy trataremos del imperialismo tema difícil si los hay y a veces engorroso de sitiar en sólo media hora de pésimas noti…
Desde que la conciencia sucumbió a… y hubo que desconfiar de los confi… y las éticas se volvieron estérile… y los hombres de dios se despeñaro… desde que se ahogaron nuestros des…
Tu mano en mi mano tu todo en mi poco y en el cielo ajeno buitres helicópteros mi hermano que huye
A las diez de la mañana el Jefe de Redacción lo había llamado a su despacho y él captó de inmediato que el gesto era severo. Gilardi, voy a encargarle una nota importante, espero que no...
Huelo en pleno descanso la axila d… el mar espejo neutro no interfiere imagino el espacio de la última ce… con un insoportable olor a judas gusto del alcaucil y de los tropos
Con esta soledad alevosa tranquila con esta soledad de sagradas goteras
Se retrocede con seguridad pero se avanza a tientas uno adelanta manos como un ciego ciego imprudente por añadidura pero lo absurdo es que no es ciego
Por una vez existe el cielo innece… Nadie averigua acerca de mi corazó… ni de mi salud milagrosa y cordial… porque es de noche, manantial de l… viento de la noche, viento olvido,
Viene contento el nuevo la sonrisa juntándole los labios el lápizfaber virgen y agresivo el duro traje azul
Como esplende un sesentón cuando l… al bisoño que intentó conseguir el… asiento libre como bienquiere el contribuyente s… número cuatro en el momento de enf…
Quizá fue una hecatombe de esperan… un derrumbe de algún modo previsto ah pero mi tristeza sólo tuvo un s… Todas mis intuiciones se asomaron para verme sufrir
Nicolás siempre había sabido los datos verdaderos de aquel personaje singular, pero el nombre de guerra era Gabriel y así había que nombrarlo. Alguna vez (de eso hacía ya un par de años...
No lo creo todavía estás llegando a mi lado y la noche es un puñado de estrellas y de alegría palpo gusto escucho y veo
Quién iba a prever que el amor, es… se dedicara a ellos tan formales mientras almorzaban por primera ve… ella muy lenta y él no tanto y hablaban con sospechosa objetivi…
Esta ciudad en la que Lenin aprendió a esperar y en la que Borges vino a morir co… los elefantes a su cementerio esta ciudad se contempla en su lag…