#EscritoresEspañoles #Generación27
Sobre la roja España blanca y roj… blanca y fosforescente, una historia de polvo se deshoja, irrumpe un sol unánime, batiente. Es un pleno de abriles,
La vejez en los pueblos. El corazón sin dueño. El amor sin objeto. La hierba, el polvo, el cuervo. ¿Y la juventud?
La voz de bronce no hay quien la e… mi voz de bronce no hay quien la c… No puede ser ni que el silencio an… su soplo ejecutivo de pasión y de… Con esta voz templada al fuego viv…
Sólo quien ama vuela. Pero, ¿quié… que sea como el pájaro más leve y… Hundiendo va este odio reinante to… quisiera remontarse directamente v… Amar ... Pero, ¿quién ama? Volar…
El mar también elige puertos donde reír como los marineros. El mar de los que son. El mar también elige
El corazón es agua que se acaricia y canta. El corazón es puerta que se abre y se cierra. El corazón es agua
Bocas de ira. Ojos de acecho. Perros aullando. Perros y perros. Todo baldío.
Sentado sobre los muertos que se han callado en dos meses, beso zapatos vacíos y empuño rabiosamente la mano del corazón
¿Qué quiere el viento de enero que baja por el barranco y violenta las ventanas mientras te visto de abrazos? Derribarnos. Arrastrarnos.
Europa se ha prendido, se ha incen… de Rusia a España va, de extremo… el incendio que lleva enarbolado, con un furor, un ímpetu supremo. Cabalgan sus hogueras,
Hombres veo que de hombres sólo tienen, sólo gastan el parecer y el cigarro, el pantalón y la barba. En el corazón son liebres,
Fatiga tanto andar sobre la arena descorazonadora de un desierto, tanto vivir en la ciudad de un pue… si el corazón de barcos no se llen… Angustia tanto el son de la sirena
Líster, la vida, la cantera, el fr… tú, la vida, tus fuerzas como llam… Teruel como un cadáver sobre un rí… La efusión de las piedras y las ra… la vida derramando un vino rudo
Entusiasmo del odio, ojos del mal querer. Turbio es el hombre, turbia la mujer.
Tu corazón, una naranja helada con un dentro sin luz de dulce mie… y una porosa vista de oro: un fuer… venturas prometiendo a la mirada. Mi corazón, una febril granada