#EscritoresEspañoles #Generación27
Tanto río que va al mar donde no hace falta el agua. Tantos campos que se secan. Tantos cuerpos que se abrazan.
El amor ascendía entre nosotros como la luna entre las dos palmera… que nunca se abrazaron. El íntimo rumor de los dos cuerpos hacia el arrullo un oleaje trajo,
Coronad a la escoba de laurel, mir… Es el héroe entre aquellos que afr… Para librar del polvo sin vuelo ca… bajó, porque era palma y azul, des… Su ardor de espada joven y alegre…
El palomar de las cartas abre su imposible vuelo desde las trémulas mesas donde se apoya el recuerdo, la gravedad de la ausencia,
En trenes poseídos de una pasión e… por el carbón y el hierro que los… y en tensos aeroplanos de plumaje… recorro la nación del trabajo y la… De la extensión de Rusia, de sus…
La palmera levantina, la columna que camina. La palmera... la palmera... La palmera levantina, la que otea la marina,
En tu angosto silbido está tu quid… y, cohete, te elevas y te abates; de la arena, del sol con más quila… lógica consecuencia de la vid. Por mi dicha, a mi madre, con tu a…
Vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran, me esparcen el corazón y me aventan la garganta. Los bueyes doblan la frente,
Tu corazón, una naranja helada con un dentro sin luz de dulce mie… y una porosa vista de oro: un fuer… venturas prometiendo a la mirada. Mi corazón, una febril granada
Una interior cadena de suspiros al cuello llevo crudamente echada, y en cada ojo, en cada mano, en ca… labio dos riendas fuertes como tir… Cuando a la soledad de estos retir…
¿Recuerdas aquel cuello, haces mem… del privilegio aquel, de aquel aqu… que era, almenadamente blanco y be… una almena de nata giratoria? Recuerdo y no recuerdo aquella his…
Ante la vida sereno, y ante la muerte, mayor; si me matan, bueno: si vivo, mejor. No soy la flor del centeno
El sol, la rosa y el niño flores de un día nacieron. Los de cada día son soles, flores, niños nuevos. Mañana no seré yo:
Europa se ha prendido, se ha incen… de Rusia a España va, de extremo… el incendio que lleva enarbolado, con un furor, un ímpetu supremo. Cabalgan sus hogueras,
Entusiasmo del odio, ojos del mal querer. Turbio es el hombre, turbia la mujer.