#EscritoresMexicanos
Es la hora esperada sobre la mesa cae interminablemente la cabellera de la lámpara La noche vuelve inmensa la ventana
Déjame, sí, déjame, dios o ángel,… Déjame a solas, turba angélica, solo conmigo, con mi multitud. Estoy con uno como yo, que no me reconoce y me muestra mi…
Un quieto resplandor me inunda y c… un deslumbrado círculo vacío, porque a la misma luz su luz la ni… Cierro los ojos y a mi sombra fío esta inasible gloria, este minuto,
Dentro de un sueño estaba empareda… Sus muros no tenían consistencia ni peso: su varío era su peso. Los muros eran horas y las horas fija y acumulada pesadumbre.
AL confín yesca del espacio calcinado la ascensión amarilla del árbol
En llamas, en otoños incendiados, arde a veces mi corazón, puro y solo. El viento lo despiert… toca su centro y lo suspende en luz que sonríe para nadie:
¿Qué la sostiene, entreabierta claridad anochecida, luz por los jardines suelta? Todas las ramas, vencidas por un agobio de pájaros,
Sombra, trémula sombra de las voce… Arrastra el río negro mármoles aho… ¿Cómo decir del aire asesinado, de los vocablos huérfanos, cómo decir del sueño?
Hay una noche, un tiempo hueco, sin testigos, una noche de uñas y silencio, páramo sin orillas, isla de yelo entre los días;
El comienzo el cimiento la simiente latente la palabra en la punta de la lengu…
Inmóvil en la luz, pero danzante, tu movimiento a la quietud que crí… en la cima del vértigo se alía deteniendo, no al vuelo, sí al ins… Luz que no se derrama, ya diamante…
Sima siembra una piedra en el aire La piedra asciende Adentro
Quieta en mitad de la noche no a la deriva de los siglos no tendida clavada
El mediodía alza en vilo al mundo. Y las piedras donde el viento borr… tiempo, las torres que al caer la tarde in… la nave que hace siglos encalló en…
Si tú eres la yegua de ámbar yo soy el camino de sangre Si tú eres la primer nevada yo soy el que enciende el brasero… Si tú eres la torre de la noche