#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Generación27
Oh tú, mi amor, la de subidos seno… en punta de rubíes levantados, los más firmes, pulidos, deseados, llenos de luz y de penumbras lleno… Hermosos, dulces, mágicos, serenos
Asombro de la estrella ante el des… de su cardada lumbre en alborozo. Sueña el melocotón en que su bozo Al aire pueda amanecer cabello. Atónito el limón y agriado el cuel…
erás entre meadas y meadas, más meadas de todas las larguras: unas de perros, otras son de curas y otra quizá de monjas disfrazadas… .
A ti, contorno de la gracia humana… recta, curva, bailable geometría, delirante en la luz, caligrafía que diluye la niebla más liviana. A ti, sumisa cuanto más tirana
Decidme de una vez si no fue alegr… 5 x 5 entonces no eran todavía 25 ni el alba había pensado en la neg… Yo te juro a la luna no ser cocine… tú me juras a la luna no ser cocin…
Sobre tu nave —un plinto verde de… de moluscos, de conchas, de esmera… capitán de los vientos y de las go… fuiste condecorado por un golpe de… Por ti los litorales de frentes se…
Entraña de estos cantares: ¡Sangre de mi corazón, tarumba por ver los mares! El mar. La mar. El mar. ¡Sólo el mar!
Verde, lenta, la tortuga. ¡Ya se comió el perejil, la hojita de la lechuga! ¡Al agua, que el baño está rebosando!
Un año, ya dormido, alguien quien no esperaba se paró en mi ventana. —¡Levántate Y mis ojos vieron plumas y espadas.
Aquí una casa, querida, sólo con cuatro balcones, sólo con cuatro cortinas, sólo con dos corazones y un espejito, mi vida.
Yo te arrojé de mi cuerpo, yo, con un carbón ardiendo. —Vete. Madrugada. La luz, muerta en las esquinas
Rosa de Alberti allá en el rodapi… del mirador del cielo se entreabrí… pulsadora del aire y prima mía, al cuello un lazo blanco de moaré. El barandal del arpa, desde el pie
(Siglo XIX) Llevaba un seno al aire, y en las… –nieve roja– una crespa clavelina. Era honor de la estirpe gongorina y gloria de los mares albertianos.
(Poema Representable) 1, 2, 3 y 4 En estas cuatro huellas no caben m… Si en estas cuatro huellas no cabe… ¿de quién son estas cuatro huellas…