#EscritoresColombianos
Ya para qué seguir siendo árbol Si el verano de dos años Me arrancó las hojas y las flores Ya para qué seguir siendo árbol Si el viento no canta en mi follaj…
Como fuerza de monte en un rincón oscuro la infancia nos acecha. Así el leopardo—Martha Cristina… El leopardo se asoma por tus ojos
Fuiste un testigo indolente Ni comprendiste Ni ayudaste a la víctima. Fuiste un cómplice de la perfidia… Tácitamente aceptaste
Los poetas, amor mío, son Unos hombres horribles, unos Monstruos de soledad, evítalos Siempre, comenzando por mí. Los poetas, amor mío, son
Tengo en la cabeza Un pájaro celeste Que anida en esta prisión. Tengo en este pájaro Un ardiente corazón.
La nieve de los años bajó de tu cabello a tus pupilas y te quedaste ciego y luego te quedaste casi mudo Castigo de la vida
Siento escalofríos de ti, Hermana muerte, De verme en esta sala Mirando un cuadro de David Y súbitamente entrar en la vejez
A esa abuela ensoñada venida de Constantinopla A esa mujer malvada que me esquilmaba el pan A ese monstruo mitológico
Sus sentimientos más leves que las… pero fuertes como su vuelo Su viri… de un príncipe masculino soñador y… el del que no quería amar pero ama… la tierra Los míticos cebúes blanc…
Cuánta congoja agazapada Llevas, Eusebio El paisaje moral de tus contemporá… Te afectó como una lepra blanca. Eres demasiado sensible, muchacho
En este cuerpo En el cual la vida ya anochece Vivo yo Vientre blando y cabeza calva Pocos dientes
Si las nubes no anticipan en sus f… Si los colores del río no figuran… Si no remiendas con tus manos de a… Si mis amigos no son una legión de… Qué será de mí.
Intentas sonreír Y un soplo amargo asoma Quieres decir amor y dices lejos Ternura y aparecen dientes Cansancio y saltan los tendones
«Dibujo tu perfil del faro a las m… Luz de alucinaciones son tus ojos… El mar salta en las piedras y mi a… El sol se hunde en el agua y el ag… Eres casi de sueño. Eres casi de…
Bajo el sol de mediodía por los al… va mi adolescencia cruel Va mi m… de la mano invisible de aquel muchacho extraño y duro c… La dejo irse por los arrabales de…