#EscritoresArgentinos
Cualquier tarde. Yo anduve por sus muelles sombríos, largos, de fluviales nom… —Marne, Loire, Oise, Seine—: las aguas sucias de petróleo y ace…
Fue un poeta de su vida y de la vi… Porque además del diálogo del homb… la poesía es un estado de ánimo, fue siempre el suyo un vago amar y sentir y esperar no se sabe qué…
Murieron como todos los niños sin… qué morían. A las 10 de la noche los aviones n… como en la verbena. Al espía que hizo señales desde un…
¿Pero por qué murió allá en Marse… tan cerca de la luz atrevida del m… la Canabière, la sopa de pescado, las rosadas mujeres de la feria y el viejo olor que viene de los b…
Peter Brueghel, Ieronimus Bosch,… Goya y Petrus Borel lo hubieran c… (¿quién dijo que el delirio de la… engendra monstruos?). La sociedad de los Rotarios,
En un galpón enorme –donde estuvo… ese armazón oscuro con el techo ll… cual carros amarillos que mascarit… de extintos carnavales ahora habit… duermen, esperan ¿qué? los vacíos…
Traigo la palabra y el sueño, la r… lo cual quiere decir que yo trabaj… y si hay alguna persona que quiere… ya se puede ir enterando. Vamos a girar, por ejemplo, alrede…
Hollywood le arrancó el pedazo más… Sólo quedaba de ella el corazón —Un Desolado Corazón—, la lluvia pródiga de su cabellera, la última claridad de su mirada
"Los Genna, cuyo nombre suena com… un zumbido agónico…" Fred Pasley Los Seis Hermanos Rápidos Dedos… —Earl Himie Weiss no pudo llevarl…
Estoy solo en mi cuarto y por eso… verde a devorarme. ¿Cómo te diré mi más bello poema?… corazón tan solo? Los tejados deslizan hasta el suel…
Entonces comprendimos que la lluvia también era hermosa. Unas veces cae mansamente y uno piensa en los cementerios abandonados. Otras veces cae con furia, y uno piensa en los maremotos ...
EL AUTOMÓVIL se lanzó a la ca… El Intendente visitó esta tarde l… A los 20 años sólo creíamos en el… Volveremos a las usina, al olor de… A las 5.7 estalló una bomba frente…
Guerra del Chaco La pequeña brigada avanza. ¿Hemos oído la guerra, hermanos? ¿Hemos visto la guerra, hermanos? La pequeña brigada, avanza.
Estoy solo en mi cuarto y por eso viene la fiebre verde a devorarme. Cómo te diré mi más bello poema, oh, pequeña amiga, Los tejados deslizan hasta el suelo musgo y cantos de pájaros....
A pesar de la sala sucia y oscura de gentes y de lámparas luminosas, si quiere ver la vida color de ros… eche veinte centavos en la ranura. ¡Y no ponga los ojos en esa hermos…