Le he negado una gota de agua a quien calmo mi dolor, no sólo le arrebaté la necesidad de saciar su sed, lo abandone en su lecho de muerte.
Y sin en cambio te he dejado regocijarte de aguas puras & cristalinas que corren por tus decadentes manos...
He saciado tu sed a manos llenas días tras noches; Y sin en cambio cuando tenías gotas las mirabas con tanta necesidad las saboreabas con tanta felicidad por miserables que fueran.
—• Y cuando ya no pueda saciar tu ansiedad, mis manantiales se los devore tu sed y el sol elimine rastro de que una vez fui.
—¿te acordarás lo que era?
—¿Al menos te preguntarás como es que me extinguí?
Acaso las nubes calmaran mi dolor y las gotas caerán para cubrir mis grietas.
_ ¿Podré fluir de nuevo?
—¿Y si alguien quisiera beber que debiese hacer?
—• Envenenare cada gota para que nadie pueda saciar su sed .... de lo que no se ha de beber .