Delgados troncos atrapan a la luna en fiel abrazo. Tierno y leal cobijo a esa luz entrañable.

¡Cuanta hermosura! río, árbol, viento, flor. Lluvia de abril.

Y... me di cuenta que soñaba, al instante de despertar.

La vieja mecedora, languidece en u… “Todos la miran y nadie la ve” Ni siquiera con el aura de recuerd… Aquella vieja mecedora arropó a mu… Fue testigo y confidente de alegrí…

Marqué en la arena los instantes vividos con añoranza. Y fue el viento travieso quien guardó mis memorias.

¡Pobre Arlequín! lloran tus ojos… aunque en tu rostro exista la sonr… sólo es tuyo el lamento de la bris… que con amor y gran ternura vistes… ¡Tú, mi Arlequín! que escasamente…

La rana duerme, tranquilidad nerviosa. ¡Puede saltar!

¡Cuantas historias! Una mirada así, lo dice todo.

Canta el Jilguero en su vuelo ondulado. Son sus gorjeos tan dulces y animados que deleitan la vida.

¡Ella no sabía! que esa frustración la llevaría consigo tanto tiempo. Una inesperada y dolorosa

La mentira y la verdad, suelen ser o no creíbles. Todo depende del momento en que se digan.

Si los suspiros mueren en el oído de quien los causa, la vida fuera mucho más bella y placentera.

Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,

Eras tres años menor, con tu risa reluciente, siempre estarás en mi mente, ¡te recuerdo con amor! Aunque todos te adoraran,

Con un suspiro, libero tantas cosas, tantas, ¡que floto!