Llegó el invierno, recuerda, si el abrigo que te dejé no te basta para el frío, aquí están mis brazos.
Seamos sinceros, a ti no te gustan mis manos, sino cómo te acaricio.
Hay finales que ya están escritos, como el tuyo por ejemplo, que es terminar en mis brazos.
Odio los grises, las medias tintas, conmigo quieres o no, no des más vueltas, que para marearme,
Lo confieso, te conocí en un momento de mi vida, en el que exigía
Te dejaste engañar por tus miedos, te hicieron creer que yo te haría… Mejor le hubieras hecho caso a mi mirada. —André Os
Si eliges el camino donde está la piedra en la que ya tropezaste, no te quejes de vivir en el piso.
Adoro las marcas que me dejan tus… son como las pistas que evidencian… sido atacado con tu arma más letal… tus labios. —André Os
Cuantas veces me armé de valor para decirte adiós, pero al mirarte a los ojos era imposible, porque se me desarmaba el alma.
Ella era de las que amaba que le rueguen, yo de los que odiaba insistir. —André Os
A mi no me culpes de nada, si me veías como algo imposible, es porque estás acostumbrada a lo… a lo común, a lo que todos pueden… Yo estaba fuera de tu zona de conf…
A ella la habían roto varias veces… la última vez que recogió sus peda… no reconstruyó su corazón, sino que formó una armadura. —André Os
Dejamos de buscarnos, yo hallé paz, ella se encontró con mi ausencia. —André Os
Cuantos te extraño me tuve que tragar, para no atorarme con tu indiferencia. —André Os
Menos mal se te cayó la máscara a tiempo. Casi me creo toda tu actuación. —André Os