Busca en el mar los silencios del universo, besa mi frente como el calor suave de primavera, deja caer tu manantial de luz sobre mis cuevas más oscuras y camina en mi oscuridad como una luciérnaga en la noche, dame un beso y pídeme la tierra, pide un sol y las estrellas, para que los mundos se queden sin dioses de papel y se inclinen a tus pies pidiendo clemencia. Vive y deja vivir, como un brote de cerezo junto al arroyo y Veámosle crecer con nuestros propios ojos. Sabiendo que en nuestras almas somos uno solo.