#Mexicanos Antonio Llamas Plaza
Niña gentil que a la vida despertaste alegre ayer, como en Oriente despierta la luz al amanecer. Niña, que del oro cielo
Feliz el que recuerda al llegar a… las horas que vinieron preñadas de… feliz quien no ha sufrido terrible… feliz el que no bebe la copa de la… Feliz el que recoge sin pena en su…
¿Eres tú?... ¿Eres tú la hada her… a quien rendí mi corazón ingente? ¿Eres aquella peregrina diosa que despreció mi culto reverente? ¡Vade retro!, ¡infeliz!... vieja a…
Flor de Abraham que su corola ufa… abrió al lucir de redención la aur… tú del cielo y del mundo soberana, tú de vírgenes y ángeles Señora; Tú que fuiste del Verbo la elegid…
Intérprete feliz del pensamiento. ángel que brillas en la gloria hum… ciñéndole a tu frente soberana la espléndida corona del talento. Heroína del noble sentimiento,
Nuestra senda regada está de llant… el placer del placer es el suicidi… detrás de la ilusión está el fasti… y detrás del fastidio el desencant… Lleno yo de fastidio y de quebrant…
A tu lado yo siento, Rosa mía, que tenemos los dos un alma sola; si probara una gota de ambrosía suspendida en tus labios de amapol… A Dios le pido que mi pobre estre…
Yo, mujer, te adoré con el delirio con que adoran los ángeles a Dios; eras, mujer, el pudoroso lirio que en los jardines del Edén brotó… Eras la estrella que radió en Ori…
Soy el coplero cuyo cinismo ha muchos años que celebró en el estruendo de las orgías, los funerales de corazón. Mi cráneo, que antes se enardecier…
Siempre desgraciado fui; Desde mi pequeña cuna, A la incansable fortuna de juguete le serví; La noche en que yo nací
Mujer preciosa para el bien nacida… Mujer preciosa por mi mal hallada, Perla del solio del Señor caída Y en albañal inmundo sepultada; Cándida rosa en el Edén crecida
Lejos de ti, mujer encantadora, sólo encuentro fastidio en derredo… fastidio horrible al corazón devor… porque sin ti no alienta el corazó… Lejos de ti, el triste pensamiento
Quiso mostrarte la clemencia santa y te infundió su soberano aliento, puso en tus ojos luz de firmamento y del ángel el trino en tu gargant… Y admirándose al ver belleza tanta…
¿Quién eres, di, sombra errante, que me sigues pertinaz, y doquiera que la faz vuelvo, te miro delante? ¿Eres la memoria estuante
Si de la aurora diamantina se dibujan los célicos albores los pájaros del viento moradores al éter mandan su canción divina. Y si el sol orgulloso se reclina