Me dijo Dios un consejo,
No te enamores de la mujer ajena,
La única que te condena
Y te hace verte en un espejo
Pensado que tu eres ella
Y yo no creyendo eso
Pierdo el seso por la doncella
Y el amor crece en exceso,
Mientras mi locura crece
Mientras mi voluntad fallece
Y la amor me ciega,
Y el corazón se niega
A dejarla
La mujer malvada
Me abandona
Solo deja su aroma
y quedandose con mi alma