Hann tekr sverthit Gram ok leggr i methal theira bert. Völsunga Saga, 27
#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1975 #ElLibroDeArena
Nada. Sólo el cuchillo de Muraña. Sólo en la tarde gris la historia… No sé por qué en las tardes me aco… este asesino que no he visto nunca… Palermo era más bajo. El amarillo
En cierta calle hay cierta firme p… con su timbre y su número preciso y un sabor a perdido paraíso, que en los atardeceres no está abi… a mi paso. Cumplida la jornada,
Las naves de alto bordo, las azule… espadas que partieron de Noruega, de tu Noruega y depredaron mares y dejaron al tiempo y a sus días los epitafios de las piedras rúnic…
Las cárceles me parecen abominable…
En la página 242 de la Historia de la Guerrra Europea de Lidell Hart, se lee que una ofensiva de trece divisiones británicas (apoyadas por mil cuatrocientas piezas de artillería) contra...
Dicen (lo cual es improbable) que la historia fue referida por Eduardo, el menor de los Nelson, en el velorio de Cristián, el mayor, que falleció de muerte natural, hacia mil ochociento...
Tres antiguas caras me desvelan: una el Océano, que habló con Clau… otra el Norte de aceros ignorantes y atroces en la aurora y el ocaso, la tercera la muerte, ese otro nom…
Puedo recomendar a los amateurs de la novela policial (que no se debe confundir con la novela de meras aventuras ni con la de espionaje internacional, inevitablemente habitada de suntuo...
El alivio que habrá sentido César… El alivio que habrá sentido Carlo… El alivio que tú y yo sentiremos e…
Lejos de la ciudad, lejos del foro clamoroso y del tiempo, que es mud… Edwards, eterno ya, sueña y avanza a la sombra de árboles de oro. Hoy es mañana y es ayer. No hay u…
Bien cumplidos los setenta años que aconseja el Espíritu, un escritor, por torpe que sea, ya sabe ciertas cosas. La primera, sus límites. Sabe con razonable esperanza lo que puede inten...
Me habré cruzado con él En una esquina cualquiera. Yo era un chico, él era un hombre. Nadie me dijo quién era. No sé por qué en la oración
La función poética –ese vehemente y solitario ejercicio de combinar palabras que alarmen de aventura a quienes las oigan– padece misteriosas interrupciones, lúgubres y arbitrarios eclip...
Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar. El espejo inquietaba el fondo de un corredor en una quinta de la calle Gaona, en Ramos Mejía; la enci...
Dejan caer el libro, porque ya sab… que son las personas del libro. (Lo serán de otro, el máximo, pero eso qué puede importarles.) Ahora son Paolo y Francesca,