#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1923 #FervorDeBuenosAires
Aquí la vasta enciclopedia de Bro… aquí los muchos y cargados volúmen… aquí la devoción de Alemania, aquí los neoplatónicos y los agnós… aquí el primer Adán y Adán de Bre…
Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que el hombre taciturno venía del Sur y qu...
El universo (que otros llaman la Biblioteca) se componte de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por ...
Qué importan las penurias, el dest… la humillación de envejecer, la so… del dictador sobre la patria, la c… que vendieron sus hermanos mientra… (los días que uno espera olvidar,…
Sólo una cosa no hay. Es el olvid… Dios, que salva el metal, salva la… y cifra en su profética memoria las lunas que serán y las que han… Ya todo está. Los miles de reflej…
De la suma de cosas del orbe ilimi… vislumbramos apenas una que otra.… y el azar nos despojan. Para el ni… el Perú fue la historia que Presc… Fue también esa clara palangana de…
Loada sea la misericordia de Quien, ya cumplidos mis setenta… y sellados mis ojos, me salva de la venerada vejez y de las galerías de precisos espe…
Un hombre gris. La equívoca fortu… hizo que una mujer no lo quisiera; esa historia es la historia de cua… pero de cuantas hay bajo la luna es la que duele más. Habrá pensado
Haber visto crecer a Buenos Aires… Recordar el patio de tierra y la p… Haber heredado el inglés, haber in… Profesar el amor del alemán y la n… Haber conversado en Palermo con u…
Lo han despojado del diverso mundo… de los rostros, que son lo que era… De las cercanas calles, hoy distan… y del cóncavo azul, ayer profundo. De los libros le queda lo que deja
Me crucifican y yo debo ser la cru… Me tienden la copa y yo debo ser l… Me engañan y yo debo ser la mentir… Me incendian y yo debo ser el infi… Debo alabar y agradecer cada insta…
Los rumores de la plaza quedan atrás y entro en la Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conserva...
En los campos de Antelo, hacia el… Mi padre lo trató. Quizá cambiaro… Unas parcas palabras olvidadas. No recordaba de él sino una cosa: El dorso de la oscura mano izquier…
Una de las dos calles que se cruzan puede ser Andes o San Juan o Bermejo; lo mismo da. En el inmóvil atardecer Ezequiel Tabares espera. Desde la esquina puede vigilar, sin que nadie lo ...
Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del bar…