En el silencio de la casa, tú, y en mi voz la presencia de tu nom… besado entre la nube de la ausenci… manzana aérea de las soledades. Todo a puertas cerradas, la quietu…

Hace un momento mi madre y yo dejamos de rezar. Entré en mi alcoba y abrí la venta… La noche se movió profundamente ll… El cielo cae sobre el jardín oscur…

Yo acaricio el paisaje, oh adorada persona que oíste mis poemas y que ahora tu cabeza reclinas en mi brazo. Hornea el mediodía sus colores,

He olvidado mi nombre. Todo será posible menos llamarse… ¿Y dónde habrá quedado? ¿En manos de qué algo habrá quedad… Estoy entre la noche desnudo como…

Volver a decir: ¡el mar! Volver a decir lo que no puedo cantar sin el corazón partir. Lo que con sólo pensar

Con cuánta luz camino junto a la noche a fuego de los dí… Otros soles no dieron sino ocasos, sino puertas sin dueño, soledades. En ti está la destreza de mis acto…

El tiempo que nos une y nos divide —frutal nocturno y floreciente día… hoy junto a ti, mañana lejanía, devora lo que olvida y lo que pide… Cuidar en él lo que al volar descu…

Vuelvo a ti, soledad, agua vacía, agua de mis imágenes, tan muerta, nube de mis palabras, tan desierta… noche de la indecible poesía. Por ti la misma sangre —tuya y mía…

Yo leía poemas y tú estabas tan cerca de mi voz que poesía era nuestra unidad y el verso apen… la pulsación remota de la carne. Yo leía poemas de tu amor

Entre todas las flores, señoras y… es el lirio morado la que mas me a… Andando una mañana solo por Pales… algo de mi conciencia con morados… tomó forma de flor y careció de es…

El paisaje decía: «¿Quién iba a sospechar, después d… ir y venir por cuatro mares —sueño… que en un valle pintado por el niño sin nombre, yo sirvier…

En el tiempo compacto de los dos mil trescientos metros… los paisajes están en un solo acto… El aire es siempre exacto en su tiempo tonal; sabe escultura

¿Dónde pondré el oído que no escuc… mi propia voz llamarte? ¿Y dónde no escuchar este silencio que te aleja espaciosamente triste… Yo camino las horas presenciadas

Hoy que has vuelto, los dos hemos… y sólo nuestros ojos pensamientos alumbraron la dulce oscuridad de estar juntos y no decirse nada. Sólo las manos se estrecharon tant…

Vida, ten piedad de nuestra inmensa dich… De este amor cuya órbita concilia la estatuaria fugaz de día y noche… Este amor cuyos juegos son desnudo