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EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO (Noviembre 25).

 
 
EL MALTRATADOR.
 
Pido con humildad tener licencia
para poder llamar hijo de puta,
a todo aquel sujeto que disfruta
usando sin cesar su malquerencia
 
en la pobre mujer que, con paciencia,
soporta la manera disoluta
del hombre que la pega y ni se inmuta,
después de maltratar con virulencia.
 
Precisa un juicio justo y sin clemencia
quien use al buen tuntún la fuerza bruta
y así poder vencer la resistencia,
 
pensando que es quien lleva la batuta
y así continuará, pues en esencia,
la pena al violador es diminuta.
 
Siempre habrá una disputa,
pues viene de fatal reminiscencia
que en el hombre anidó como excrecencia.
 
REPUGNANTE MALTRATO
 
Eres maltratador por impotente,
cobarde y con instintos asesinos
y digno de vivir entre cochinos,
pero no codearte con la gente.
 
Eres el que presume de valiente
al hablar de mujeres con vecinos,
mentar tus atributos masculinos
y asegurar que tu pareja miente.
 
Eres vivo retrato del cobarde
y de aquel que pretende hacer alarde
de esa malentendida y cruel hombría
 
que a gentes como tú gusta tener
de tratar como objeto a una mujer
diciendo altivamente: porque es mía.
 
Es una chulería
y me quedo mejor con este nombre
para nombrar a quien presume de hombre.
 
LEY DURA PARA EL MALTRATADOR.
 
De toda mala acción, la más cobarde
es la de maltratar a una mujer
y la mayor vergüenza es que se tarde
tanto en exterminar tal proceder.
 
Un código penal endurecido
muy conveniente y eficaz sería,
porque el maltratador, ya apercibido,
por miedo a la sanción desistiría.
 
Que lo aplicasen con valor los jueces
y cumplirse el total de la sentencia,
pues suele suceder no pocas veces
que cae tal individuo en reincidencia,
 
al salir con permiso temporal,
y ha de tenerlo en cuenta el tribunal.
 
VIOLENCIA MACHISTA
 
Qué vergüenza que exista todavía
en esta sociedad de nuestro mundo,
proceder tan cruël y nauseabundo
como aquél “la maté porque era mía”.
 
Por desgracia sucede cada día
en que a alguna mujer un furibundo
sujeto la asesina en tremebundo
gesto. Dirá después que la quería,
 
que fueron los alcoholes y las drogas
los que armaron su brazo miserable.
A ver si ya los hombres de las togas
 
le endosan muchos años al culpable.
Si aplaudimos no cuelguen de unas sogas,
que al menos la justicia sea implacable.
 
EL COMPLEJO DEL MALTRATADOR.
 
Maltratas a la madre de tus hijos,
desgraciado, cobarde, hijo de perra,
al declarar a tu mujer la guerra,
mostrándole, además, tus regocijos.
 
Venenos contendrán tus entresijos
por ese odio tan grande que se encierra
dentro de ti, que por demás se emperra
en que en su corazón queden transfijos.
 
Eres la escoria pura y repugnante,
origen del complejo que en ti habita,
queriendo aparentar esa arrogancia
 
del “prestigioso” tío echao p’alante
que el común de la gente siempre cita
cuando habla del “chuleta” y su jactancia.
 
CRIMINAL PROCEDER
 
Quien osa levantar su sucia mano
sobre ese ser que hasta nos da la vida,
no tiene y justo es, otra salida
que la que va a tener, tarde o temprano:
 
la de perder el rol de ciudadano,
pues su presencia no será admitida
en una sociedad que nunca olvida
ese trato tan cruel, por inhumano.
 
Si no se crean unas leyes duras
que eviten con rigor tal proceder,
seguirán en aumento las torturas
 
tan horribles que sufre la mujer
sin que sirva el rasgar las vestiduras,
como hasta ahora se ha solido hacer.
 
LEYES DURAS CONTRA EL MALTRATO
 
Entiendo que las buenas intenciones
por ser buenas, serán muy bien venidas,
pero así no se salvan esas vidas
que acaban sin motivos ni razones
 
a manos de asesinos y matones,
después de padecer adoloridas
los maltratos y múltiples heridas
y que son en el mundo ya millones.
 
Hay que hacer duras leyes para el caso
además de cumplirlas totalmente
en espíritu y letra y sin retraso,
 
para que tome nota el delincuente
de que va a recibir un buen repaso
si continúa siendo reincidente.

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