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LA SONRISA

Hoy, primer viernes de octubre, se celebra el DÍA MUNDIAL DE LA SONRISA y como tenía algunos poemas sobre este tema, los doy a conocer.
 
EN FAVOR DE LA SONRISA (continuo)
 
Si para sonreír ningún dinero
hace falta pagar, es una pena
que no lo hagamos con la boca llena
a todas horas y en el mundo entero,
 
para que sirva de feliz agüero
que cambie el decorado de la escena,
poniendo al malhumor en cuarentena
y en manos de un seguro cancerbero.
 
De un indigente hasta un voraz banquero
debieran actuar como en verbena
y dedicarle tolerancia cero,
 
además de amarrarle con cadena,
a todo pensamiento pendenciero
que a la alegría y los modales frena.
 
LA SONRISA COMO DIVISA (Espinelas heroicas)
 
Nunca viene ese día que esperamos
para hacer algún cambio en nuestra vida,
pues tras mucho pensar, se nos olvida
y volvemos a hacer otros mil tramos
del camino sintiendo que lo hagamos.
Así se pasa el tiempo y nunca llega,
ya que siempre perdemos esa brega
por falta de interés. Por tal motivo,
perdemos lo que fuera positivo
por una dejadez que nos lo niega.
 
Piensas que con echar una sonrisa
la gente de otro modo te recibe
y así te corresponde, porque exhibe
también el mismo gesto. No hay divisa
mejor, ni más barata, ni concisa,
que consiga mejores relaciones
como esa cara alegre con que expones
lo que quieres decir a quien te escucha,
pues le vas a vencer, pero sin lucha
sólo por presentar esas razones.
 
Pero el tiempo se pasa y no haces caso
siguiendo con la misma impertinencia,
a sabiendas que un cambio de presencia
que puedes conseguir si das el paso
necesario, haría que el fracaso
que notas en tu vida cotidiana,
se iría de la noche a la mañana
y todo para ti mejoraría
si tuvieses la suerte de que un día
cambiases el afán por la galbana.
 
PROCUREMOS SONREÍR (continuo)
 
Procuro sonreír y que la gente
sonría cuando vea que tal hago,
para ahorrarle la bilis de un mal trago,
que en la vida actüal es tan frecuente.
 
Si llevamos la cara muy sonriente
los demás nos darán el mismo pago
y esto se tomará como un halago
compartido, de modo consecuente.
 
La sonrisa es un gesto iridiscente
que viene a ser un singular presago,
avisando que está ya obsolescente
 
el gesto adusto y hasta un solo amago
de alegría resulta conveniente
para cortar un pensamiento aciago.
 
Hasta el mayor estrago
puede cambiar de signo de repente,
gracias a este mohín tan elocuente.
 
REPARTAMOS ABRAZOS Y SONRISAS
 
Repartamos abrazos y sonrisas,
levantemos el ánimo a la gente
por que pueda lanzar su paso al frente
liberado de pérfidas premisas.
 
Preferible es caminar, pero sin prisas,
para ver de manera convincente
si hay tristeza y sacarla de su mente
y cambiar su huracán en suaves brisas.
 
El hacerle feliz a alguien que pena
debería lucir de mandamiento
y quien vuelca su amor en alma ajena
 
a la suya la agrega un cien por ciento
y por contra en aquél que no se estrena,
lo que aumenta es el propio sufrimiento.
 
Aplicar el ungüento
de palabra sutil y bien nimbada,
es muy fácil de hacer y cuesta nada.
 
DÉJAME TU ÚLTIMA SONRISA (soneto inglés)
 
Si te tienes que ir, hazlo deprisa
sin decirme ni adiós, pero te ruego
que me dejes a cambio una sonrisa
de esas que antes me diste y te vas luego.
 
Me quedaré con ella y con mi llanto
y la tendré conmigo bien guardada,
porque ese gran amor que creció tanto
no debe fenecer como si nada.
 
Me hiciste tan feliz, que el cielo mismo
bajaba con los ángeles en coro
a ponerme inyecciones de optimismo
que entraban en mi ser por cada poro.
 
Te debo lo mejor que nunca tuve:
vivir una pasión con un querube.
 
TE VAS SIN DEJARME UNA SONRISA
 
Te vas y te acompaña la alegría
y a mí ni una sonrisa me la dejas,
mas esto que te digo no son quejas,
pues quejarme de ti, jamás lo haría.
 
Has de saber que bien me alegraría
si con tanto placer de mí te alejas,
que ojalá que la dicha que reflejas
fuera más grande que la dicha mía.
 
Quizás no te entendía y no me extraña,
porque somos bastante disparejos
en el modo de ser conforme he visto,
 
pues tocante al amor eres tacaña
y estás de mi sentir mucho más lejos
de aquello que debí tener previsto.
 
GRACIAS POR TU SONRISA
 
Que toquen las campanas sin demora,
pues voy a celebrar que una sonrisa
me ha echado, tan alegre y tan concisa,
la dama que me rinde y me enamora.
 
Ha sido cual si fuese luz de aurora,
que vino acompañada de una brisa
muy suave y que imagino que es divisa
que exhibe las virtudes de su autora.
 
La dicha me inundó por su dulzura
al tiempo que mostraba la belleza
serena, que por ser mujer madura,
 
adorna de los pies a la cabeza
a quien lleva la gracia a tal altura,
que merece el marchamo de realeza.
 
TU SONRISA
 
Las rosas, violetas y alhelíes
parecen bien venir a mi memoria
cuando te miro. Débese a la euforia
que tengo cuando observo que te ríes.
 
Esa boca, rival de los rubíes,
me lanza su sonrisa promisoria
y al verla me transportas a la gloria
que reina en el jardín de las huríes.
 
Me subes la moral con tu sonrisa
y espero que por siempre no me falte
y no sientas jamás ninguna prisa
 
en ponerte más seria. Gran resalte
son tus dientes de nácar, cual divisa
que brilla aun con el manto del esmalte.
 
MÁS ALLÁ DE LAS PASIONES
 
Te quiero más allá de las pasiones,
del poder, de la gloria y del dinero
y es que es tanto, mi amor, lo que te quiero,
que lo que no eres tú, son sinrazones.
 
El corazón me llenas de ilusiones
que me envías y están al retortero,
pues cuando me levanto, lo primero
que encuentro es la sonrisa que me pones.
 
Después vienes conmigo adondequiera,
como también a cada hora del día
y en mi retina siempre estás presente
 
como verás, pues de cualquier manera
tu estrella sigue al lado de la mía,
arriba, abajo, por detrás y enfrente.
 
LA SONRISA
 
La sonrisa es el idioma
que debiéramos hablar
para así comunicar,
como si fuese un axioma,
 
a los que hablan con nosotros,
para que nuestra palabra
con la sonrisa se abra
la comprensión de los otros.
 
Ánimo da la sonrisa
lo mismo al que la recibe
que al que la hace y la exhibe
y es igual si la improvisa,
 
o la tiene permanente
como herramienta que esgrime,
para animarse y anime
a quien tenga frente a frente.
 
Hay una sonrisa franca,
que consigue sin tardanza
ganarse tu confianza,
porque la ves sin retranca.
 
Las hay forzadas incluso
como de gente educada,
no comprometen a nada
y es la que tiene más uso,
 
pero tiene la ventaja
de que recibes al menos
los gratos gestos ajenos
por más que sea una miaja.
 
Si la sonrisa es sardónica
más vale no recibirla,
pues no podrás resistirla,
que de la maldad es clónica.
 
La sonrisa y la bondad
andan siempre de la mano,
son propias del hombre urbano
que rebosa humanidad.
 
Y con esto terminamos:
hay que ver en la sonrisa
la antesala de la risa,
que es cuando más disfrutamos.

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