Consiente y estúpida
Por primera vez no estoy segura de poder diferenciar el amor de la calentura o el capricho. Porque él me interesa, me remueve las tripas, A veces me enoja, pero me atrae y me excita. Su voz me seduce, su manera de hablar me encanta, su risa me encanta y todo lo que le rodea tiene el aire de lo prohibido que me fascina.
Muchas veces no puedo descifrarlo, otras tantas me dejo sorprender por sus confesiones.
No puedo definir qué es para mí o qué soy para él. Pero muero por tocar su piel, su boca se me vuelve irresistible y la idea de follar con él me hace caminar sobre las nubes.
Por primera vez, un hombre me tiene así de consiente y estúpida.
