#Modernismo #Nicaragüenses #SigloXIX #SigloXX #1887 #Abrojos
¡Qué cosa tan singular! ¡Ese joven literato aún se sabe pe…
Amo los pálidos rostros y las brunas cabelleras, los ojos lánguidos y húmedos propicios a la tristeza, y las espaldas de nieve,
Primero, una mirada; luego, el toque de fuego de las manos; y luego, la sangre acelerada y el beso que subyuga.
Se ha casado el buen Antonio, y es feliz con su mujer, pues no hay otra más hermosa, ni más dulce, ni más fiel, ni más llena de cariño,
En las pálidas tardes yerran nubes tranquilas en el azul; en las ardientes manos se posan las cabezas pensativas. ¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces…
No quiero verte madre, dulce morena. Muy cerca de tu casa tienes acequia, y es bien sabido
Dio luz a sus estrofas el cielo az… Le atrajo con su inmenso fulgor el… Ciñeron su cabeza los lauros de la… Y fueron sus hermanos los hijos de… Las máscaras le dieron las Gracia…
El cisne en la sombra parece de ni… su pico es de ámbar, del alba al t… el suave crepúsculo que pasa tan b… las cándidas alas sonrosa de luz. Y luego en las ondas del lago azul…
Helena! La anuncia el blancor de un cisne. ¡Makheda! La anuncia un pavo real. ¡Ifigenia, Eiectra, Catalina!
Viejo alegre, viejo alegre, no persigas a mi novia; no son pájaros de invierno los amantes de las rosas. Viejo alegre, viejo alegre,
¿Qué pude yo hacer para merecer la ofrenda de ardor de aquella mujer a quien, como Ester,
¡Un pensamiento! Cosa que harto me ha hecho pensar. ¿Hab… como esta flor, regalo de una herm… que me tiene cautivo el pensamient… Primero en el ojal de la levita,
Lodo vil que se hace nube, es preferible, por todo, a nube que se hace lodo: ésta cae y aquélla sube.
Jesús, incomparable perdonador de… óyeme; Sembrador de trigo, dame el… pan de tus hostias; dame, contra e… una gracia lustral de iras y lujur… Dime que este espantoso horror de…
Miré al sentarme a la mesa, Bañado en la luz del día, El retrato de María, La cubana-japonesa. El aire acaricia y besa,