Apresuro mis pasos tras tus huellas, déjame que yo también quiero vivir.
Átame a ti, que a la mala vida hace tiempo ya lo estoy.
Préstame tus ganas, que las mías se quedaron en lo que soliamos ser.
Recuérdame, cuanto menos prudente sea; mejor.
No me van a detener tus labios desgastados ni tu corazón rancio, mucho menos tu mente desconfiada. Te voy a querer tanto que no te quedarán más opciones que enamorarte de las buenas cosas de la vida, como yo de tí por ejemplo;yo me enamoré de lo mejor del mundo, pude tatuar nuestro tiempo en el cosmos.