tu mirada vivaz al verme pasar
ilumina la tierra cansada que llevo puesta
la nube atroz que ensombrece este terreno
no se quiere marchar
soplo y soplo con desvelo
tratando de por fin aliviar
todo este sufrimiento
esa nube terca y oscura
mancha mis brazos y mente
de sangre torrente
pero te miro
y allí me quedo,
quieto como el universo entero,
fugaz como la vida misma