DOS BOTELLAS DE GINEBRA
He tirado por la calle de en medio
y me voy de la ciudad
he cogido el tren y dos botellas de ginebra
para beberme el camino a toda velocidad.
Si quieres venir conmigo, dímelo
sé que tú estarás muy solo sin mí
en la taberna con una cerveza
pensarás en tu soledad.
Entre mis dientes juega un rayo de sol
me río con la mañana pasando por la ventana
los verdes prados me van comiendo las ganas
miro la sensualidad de la Toscana.
Paseando por las calles
con la ginebra en el bolso
y la maleta arrastrando
veo a un italiano tan guapo
que sudo la mar salá
transpirando de deseo
lo miro y me altero.
Él me lleva la maleta
y en aquella habitación
entre mis piernas
nos comemos a besos
me enerva su seducción
su lengua me recorre entera
me produce tal pasión
que solo quiero tenerlo dentro.
En mi cueva húmeda
va moviendo las caderas
con sus dedos va cogiendo
el agua que sudan mis poros
muslos mojando la cama
su boca entre mi boca
la saliva lamiendo
hasta que los dos gimiendo
estallamos de placer.
Ahora ya no recuerdo
ni de donde vengo
todo queda atrás
no me queda aliento
ni para rememorar.
