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Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena! Debajo de la hoja
La cruz. (Punto final del camino.) Se mira en la acequia. (Puntos suspensivos.)
Asesinado por el cielo, entre las formas que van hacia la… y las formas que buscan el cristal… dejaré caer mis cabellos. Con el árbol de muñones que no can…
Se trajo en el corazón un pez del Mar de la China. A veces se ve cruzar diminuto por sus ojos. Olvida siendo marino
Cayó una hoja y dos y tres. Por la luna nadaba un pez. El agua duerme una hora
¡Mi soledad sin descanso! Ojos chicos de mi cuerpo y grandes de mi caballo, no se cierran por la noche ni miran al otro lado,
Sábado. Puerta de jardín. Domingo. Día gris. Gris.
¡Ay qué trabajo me cuesta quererte como te quiero! Por tu amor me duele el aire, el corazón y el sombrero.
En lo alto de aquel monte hay un arbolillo verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos
¡Viva Sevilla! Llevan las sevillanas en la mantilla un letrero que dice: ¡Viva Sevilla!
Caña de voz y gesto, una vez y otra vez tiembla sin esperanza en el aire de ayer. La niña suspirando
Salen los niños alegres de la escuela, poniendo en el aire tibio del abril canciones tiernas. ¡Qué alegría tiene el hondo
Narciso. Tu olor. Y el fondo del río. Quiero quedarme a tu vera. Flor del amor.
En el blanco infinito, nieve, nardo y salina, perdió su fantasía. El color blanco, anda, sobre una muda alfombra
Cantan las siete doncellas. (Sobre el cielo un arco de ejemplos de ocaso.) Alma con siete voces