#Andaluces #Asesinados #Españoles #Gays #Generación27 #Granadinos #GuerraCivilEspañola #SigloXX #PoemaDelCanteJondo
La luna vino a la fragua con su polisón de nardos. El niño la mira mira. El niño la está mirando. En el aire conmovido
En las torres amarillas, doblan las campanas. Sobre los vientos amarillos,
Los niños miran un punto lejano. Los candiles se apagan. Unas muchachas ciegas preguntan a la luna,
La Lola canta saetas. Los toreritos la rodean, y el barberillo
Duérmete, niñito mío, que tu madre no está en casa; que se la llevó la Virgen de compañera a su casa.
Los mozos de Monleón se fueron a arar temprano, ay, ay, para ir a la corrida, y remudar con despacio,
La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.
La Tarara, sí; la tarara, no; la Tarara, niña, que la he visto yo. Lleva la Tarara
Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena! Debajo de la hoja
Antonio Torres Heredia, hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros. Moreno de verde luna
En la casa blanca, muere la perdición de los hombres. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Bajo las estremecidas
Por las orillas del río se está la noche mojando y en los pechos de Lolita se mueren de amor los ramos. Se mueren de amor los ramos.
No te conoce el toro ni la higuera… ni caballos ni hormigas de tu casa… No te conoce tu recuerdo mudo porque te has muerto para siempre. No te conoce el lomo de la piedra,
No te conoce el toro ni la higuera… ni caballos ni hormigas de tu casa… No te conoce el niño ni la tarde porque te has muerto para siempre. No te conoce el lomo de la piedra,
Se quedaron solos: aguardaban la velocidad de las últ… Se quedaron solas: esperaban la muerte de un niño en… Se quedaron solos y solas