Muerto se quedó en la calle con un puñal en el pecho. No lo conocía nadie. ¡Cómo temblaba el farol! Madre.

La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.

Su luna de pergamino Preciosa tocando viene por un anfibio sendero de cristales y laureles. El silencio sin estrellas,

De los cuatro muleros que van al campo, el de la mula torda, moreno y alto. De los cuatro muleros

Duérmete, niñito mío, que tu madre no está en casa; que se la llevó la Virgen de compañera a su casa.

Abejaruco. En tus árboles oscuros. Noche de cielo balbuciente y aire tartamudo. Tres borrachos eternizan

Quiero dormir el sueño de las manz… alejarme del tumulto de los cement… Quiero dormir el sueño de aquel ni… que quería cortarse el corazón en… No quiero que me repitan que los m…

Oye, hijo mío, el silencio. Es un silencio ondulado, un silencio, donde resbalan valles y ecos y que inclina las frentes

La guitarra, hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas, se escapa por su boca