#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX #1922 #Desolación #Vida
No creo, no, en que he de perderme tras la muerte. ¿Para qué me habrías henchido tú, si había de ser vaciada y quedar como las cañas exprimida? ¿Para qué derramarías la luz cada mañana ...
Si me dais una estrella, y me la abandonáis, desnuda ella entre la mano, no sabré cerrarla por defender mi nacida alegría. Yo vengo de una tierra
Por si nunca más yo vuelvo de la santa mar amarga y no alcanza polvo tuyo a la puesta de mi casa, en el mar de los regresos,
Ha pasado con las rosas lo que con muchas otras plantas, que en un principio fueron plebeyas por su excesivo número y por los sitios donde se les colocara. Nadie creyera que las rosas, ...
Nacieron juntas, vivían juntas, comían juntas Marta y María. Cerraban las mismas puertas, al mismo aljibe bebían, el mismo soto las miraba,
A esta alameda muriente he traído mi cansancio, y estoy ya no sé qué tiempo tendida bajo los álamos, que van cubriendo mi pecho
A beber luz en la colina, te pusieron por lirio abierto, y te cae una mano fina hacia el álamo de mi huerto. Y he venido a vivir mis días
Pecho, el de mi Cristo, más que los ocasos, más, ensangrentado: ¡desde que te he visto mi sangre he secado!
Se acabaron los días divinos de la danza delante del mar, y pasaron las siestas del viento con aroma de polen y sal, y las otras en trigos dormidas
Una rata corrió a un venado y los venados al jaguar, y los jaguares a los búfalos, y los búfalos a la mar... ¡Pillen, pillen a los que se van!
Alfonso Reyes creó entre nosotros el precedente de las notas del autor sobre su propio libro. Cargue él, sabio y bueno, con la responsabilidad de las que siguen. Es justa y útil la nov...
Una noche como esta noche, se han de dormir viniendo el día: de Circe llena, ésa sería la noche de José Asunción, cuando a acabarse se tendía;
La tierra es dulce cual humano lab… como era dulce cuando te tenía, y toda está ceñida de caminos... Eterno amor, te espero todavía. Miro correr las aguas de los años,
Le he encontrado en el sendero. No turbó su ensueño el agua ni se abrieron más las rosas; abrió el asombro mi alma. ¡Y una pobre mujer tiene
Suelo creer con Stefan George en un futuro préstamo de lengua a lengua latina. Por lo menos, en el de ciertas palabras, logro definitivo del genio de cada una de ellas, expresiones inco...