Feriado
El amor es a veces como una noche
De amigos, un desdén tan frío
Como una cadena de plata
Durmiendo a la intemperie
A las afueras de un bar o una funeraria.
Con sus noches de sacos
Tirados en el suelo,
Sueños volcados
O discusiones en el supermercado
Sobre que tipo de cerveza
Es mejor comprar
O si los regaliz son el aperitivo
Más encantador.
Bajo el umbral
De las puertas eclesiásticas,
En la cocina que se no se usa
Los días viernes,
El amor se encuentra comiéndose
Los desperdicios de la cena
De hace dos días.
Y entonces nos miramos,
Huraños e infelices,
Muertos de vergüenza
Por haberlo dejado estaqueado
En el suelo de adoquin,
Babeando por los peldaños,
En el escaño del jardín;
Y yo con mi cuerpo,
Y vos con tu capacidad
De vivir tan bien en la penumbra,
Lo llevamos hasta la alcoba
En donde alguna vez tuvo
Días de niño en el parque,
Y los soltamos en la cama
Que lo esperaba llorando,
Con el corazón ensartado,
Echado a morir.
Y entonces nos desnudamos todos,
Entre todos nos hacemos,
Fibra por fibra,
Hoja por hoja,
Temor por temor,
Hasta que en lo alto
Nos dejamos caer de nuevo,
Esta vez mucho más tibio,
Y nos sepultamos a nosotros mismos,
Hasta que el amor se nos pierda
De nuevo en alguna feria
Con su globito atado a la muñeca.
