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Columpio

1. Localización:


Composición del poeta santanderino Gerardo Diego (1896-1987)incluido en su libro Imagen (1922). Desde muy pronto, Gerardo Diego compagina dos líneas poéticas. Así, mientras en 1922 recoge en la ya citada  Imagen (a la que seguirán profundizando en la misma dirección Limbo -1951, pero escrita entre 1919 y 1921-, Manual de espumas -1924- y Fábula de Equis y Zeda -1932- ) sus obras más vanguardistas, encuadradas estéticamente en el Creacionismo de Huidobro y Larrea, el libro Soria, del año siguiente (1923), reúne poemas de corte más tradicional (a estasegunda tendencia poética pertenecen también El romancero de la novia -1918-, Versos humanos-1925-, o su libro de corte tradicional quizás más importante, Alondra deverdad -1945-).

En la línea del vanguardismo, Gerardo Diego es el máximo representanteespañol del Creacionismo. Tal movimiento, nacido en París en 1917, participa del irracionalismo poético; es decir, se propone una creación verbal al margen de la lógica.En el poema las palabras se unen sin seguir ningún principio racional aparente, en un juego muy libre que no pretende reflejar la realidad, sino crear una realidad dentro del poema. Según los creacionistas, creer lo que no vimos es la fe; crear lo que nuncaveremos, eso es la poesía. Quizás esta frase condense más acertadamente que cualquier otra el ideario estético del Creacionismo, que fue una constante en las obras más vanguardistas del poeta cántaro.

2. Tema:


Determinar el tema de una composición que nace del afán por crear un mundo autónomo, totalmente al margen del mundo fáctico, es poco menos que imposible. Sin embargo, sí que podemos procurar una interpretación, determinar qué nos sugiere másallá de su aparente falta de significado lógico. El título en este caso puede ser de una ayuda determinante: Columpio nos conduce a un “texto-balancín”, que secomplace en transmitir la misma sensación de vaivén que pueda producirnos el juguete infantil. Todos los recursos utilizados están puestos al servicio de este juego poético.

3. Actitud del poeta:


La utilización de la 3º persona de manera exclusiva a lo largo detodo el poema es claro indicio de la voluntad estética que preside la composición de estetexto: la de hacer desaparecer cualquier referencia a su intimidad. El poeta no se está expresando, está creando de la nada y, como hacedor de ese nuevo universosignificativo, no hay que buscar su existencia más allá de lo que su propia creación nostransmite.

4. Estructura:


La estructura externa del poema está conformada por 13 versos de desigual medida (del dodecasílabo al bisílabo, pasando por el heptasílabo o el pentasílabo); la polimetría es, por tanto característica en este poema. Los versos están agrupados encuatro estrofas: de dos versos la primera y la segunda, de cinco versos la tercera y decuatro versos la cuarta. Hay que resaltar la peculiar disposición gráfica de algunos delos versos (6, 10, 13), sobre la que volveremos más adelante. El poema está presidido por un título destacado en mayúscula que orienta nuestra lectura anticipando sucontenido.

La estructura interna responde a un modelo de organización circular, en virtuddel cual encontramos la idea inicial del poema, con leves modificaciones, en laconclusión del mismo (nótese la repetición léxica “soñador” (vv. 2 y 11) y la reiteración semántica en torno al concepto “montar a caballo”: a caballo… (v.1); cabalga (v.11).

Dentro de esta estructura circular se pueden distinguir las siguientes partes:1ª (vv. 1 y 2): Inicio del poema: primeras metáforas al servicio de una sensación ligadaa la idea de montar a columpio.

2ª (vv. 3 al 9): Desarrollo de la idea anteriormente expuesta a través de asociaciones insólitas que remiten no a una aproximación racional, sino más bien instintiva, guiada por las sensaciones.

3ª (vv. 10 al 13): Conclusión: el poema, como el columpio, después de alcanzar vuelo,retorna a su punto de partida en un movimiento oscilante que estará presente a todos losniveles.

5. Análisis de la expresión:

5.1. Nivel fonético-fonológico: Junto a las características ya señaladas en el apartado anterior relativas a los versos, su número de sílabas y la agrupación en estrofas, lo másdestacable en este plano es un uso de la rima que no está sometido a ningún patrón previamente establecido: consonante /-óres/ en los vv. 3, 4 y 5; asonante /á-e/ en losvv. 6 y 7, e inexistente en el resto.

Junto a ello, las aliteraciones constituyen también un recurso reseñable en este nivel: de /a/, /e/ y nasales /m,n/ en el verso 1, de /a/ en el verso 2, de /r/ a lo largo de losversos 3,4,5 y 6, de nuevo /a/ en la parte final del verso,… Su finalidad es la de dotar altexto de una musicalidad siempre perseguida por Gerardo Diego en todas sus composiciones. De hecho, la música, por la que sintió una devoción constante a lo largode toda su vida, se convirtió en no pocas ocasiones en tema de sus propios poemas.

5.2. Nivel morfo-sintáctico: Lo más destacable en este plano es la utilización de figurasde repetición para contribuir a la ya citada sensación de balanceo que el poema transmite. Ésta es la función principal de los paralelismos, que van de su expresión mínima (sí
….no –v.10-) a otras estructuras algo más largas, pero siempre de una gran sencillez estructural (…al sí y al no –v. 2-,…Flores de sí….Flores de no –v. 6- ). Lomás llamativo de todos ellos es que están dispuestos en el mismo verso construyendo loque en retórica clásica recibió el nombre de complexio, es decir, la repetición de palabras o estructuras al comienzo y al final del verso. La sensación de balanceo quecon ello se logra es evidente. La epífora de no (vv. 2, 6, 10, 13) refuerza esa misma ideasi la relacionamos con su adverbio antónimo, sí , que siempre aparece antes. De hecho,la relación de distancia entre ambos adverbios en el verso parece guardar una clara relación con el creciente vaivén del columpio, que comienza describiendo arcos máscortos (al sí y al no) para ir aumentando en amplitud a medida que el balanceo continúa(vv. 6, 10 y 13, en los que la distancia entre ambos es mayor no sólo por las palabras que median entre ellos, sino también por la consciente creación de espacios en blancoque separan estructuras paralelas o idénticas).

5.3 Nivel léxico-semántico: Son las metáforas una de las bases de la estética creacionista. Pero no metáforas entendidas como la alusión a un referente real. Si el poeta debía dejar de imitar a la Naturaleza para convertirse en creador de realidades nuevas y originales (“Hacer un poema como la Naturaleza hace un árbol”) el camino no podía consistir en buscar imágenes reducibles a un concepto que a su vez pudiesetraducirse al lenguaje común.

De esta manera, las metáforas creacionistas rompen todo vínculo con lo real y seconstituyen en imágenes autónomas, con un sentido que empieza y termina en el mundo poético en el que han sido creadas y que sólo son perceptibles a un nivel intuitivo, lomás alejado posible del análisis racional. Así, es posible que podamos expresar laevocación que dichas imágenes nos producen, pero es totalmente imposible reducirlas aun concepto equivalente, porque desde un punto de vista lógico no son asumibles.

Centrándonos ya en el poema mismo, vemos como éste se abre con una primera imagen que evoca la sensación del que monta en un columpio: junto al balanceo que laya comentada alternancia “sí-no” proporciona, la imagen de los dos primeros versos nostransmite la sensación del que monta a columpio suspendido en el borde de un mundoque ve ir y venir. El posterior desarrollo abunda en ello transmitiendo nuevassensaciones ligadas al movimiento oscilante al que el poema nos somete: lluvias decolores, alude a la sensación comparable con la de mirar por la ventanilla de un vehículo a gran velocidad y el efecto óptico que ello produce (los objetos se deforman,se difuminan y se terminan convirtiendo en líneas de colores que imitan en horizontal lacaída de una imposible lluvia cromática). Las bandadas de flores engendran un similar efecto: desde el movimiento pendular al que estamos sometidos las flores parecen perder su condición estática y volar, como pájaros en bandadas, de atrás adelante y de adelante atrás ( Flores de sí Flores de no).

Tras ello la siguiente imagen nos conduce a la percepción del movimiento mismo: el movimiento de vaivén es un incesante acuchillamiento que traspasa el airesiempre en una misma trayectoria que semeja la curva de un puente.

Los versos finales repiten de nuevo la evocación inicial, añadiendo unaenigmática alusión a
pájaros arlequines que cantan el si cantan el no (tanenigmática e insólita como ese país de los amores al que emigraban las lluvias decolores). La mejor explicación a estas dos imágenes nos las da el propio Gerardo Diego:éstas son imágenes autónomas, y la imagen autónoma “…
no explica nada, es intraducible a la prosa. Es la poesía en el más puro sentido de la palabra. Es exactamente, y también, la Música, que es substancialmente el arte de las imágenes múltiples; todo valor disuasivo, escolástico, filosófico, anecdótico, es esencialmente ajeno a ella. La Música no quiere decir nada”.

Ambas metáforas, por carecer de correlato real, pueden sugerir cualquier cosa,dependiendo del lector, de sus conocimientos enciclopédicos, de sus habilidades comolector de poesía,…puede referirse a tantas realidades que, en verdad, no se refiere aninguna. Con ello se llega a la imagen inédita, autónoma, con sentido en sí y por símisma dentro del mundo poético creado por y para ella.

6. Conclusión:


Todos los aspectos analizados hasta el momento corroboran claramentela localización realizada al comienzo del presente comentario. Tanto el tema, como laactitud del autor, la estructura escogida y los recursos lingüísticos hasta ahora señalados apuntan a una evidente inscripción del poema en la estética creacionista. Merece la pena, por tanto, dedicar esta parte final a realizar una breve reseña sobre la disposición tipográfica que el texto presenta: su diseño es plenamente consciente y claramentesignificativo, ya que contribuye también desde un nivel puramente gráfico a reforzar lasensación de vaivén sugerida desde los otros niveles. No es casual que los usos de la complexio en los versos 6, 10 y 13 coincidan con la especial disposición tipográfica dedichos versos.

Gerardo Diego desde todos los frentes (visual, musical y conceptual) pretende llegar al lector a través de un artificio que consiga efectos sorprendentes aludiendo a laintuición, a sensaciones que no tienen por qué convertirse en conceptos. Su afán comocreacionista es el de lograr la impresión poética entendida como la emoción ante la perspectiva de un microuniverso nuevo (el poema), insólito e imposible dentro de las posibilidades del mundo fáctico, pero que contribuye a transformar nuestra anterior visión de la realidad.

Referencias

http://www.scribd.com/doc/65070097/
Gerardo-Diego-Columpio-1
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