#EscritoresEspañoles
¡Qué barullo en la herida!… ¡Qué suerte si esto que siento fue… y se me quitara bebiendo un vaso d… Es entonces cuando llueve tristeza para ahogar en mi boca
Todo el pasado se quiere apoderar… y yo me quiero apoderar del futuro… me dislocan la cabeza para que mir… y yo quiero mirar adelante. No me asustan la soledad y el sile…
Ya ves qué tontería, me gusta escribir tu nombre, llenar papeles con tu nombre, llenar el aire con tu nombre; decir a los niños tu nombre
Yo como Tú comes El come Nosotros comemos Vosotros coméis
...Y bendito sea Dios por el enja… de besos rodeando mi colmena y bendito otra vez por esta pena cómoda de saber que alguien me bus… ¡Que me encuentre temprano!
¿Dónde está Dios?... Se ve, o no… Si te tienen que decir dónde está… De nada vale que te diga, que vive… Que Dios está en las flores y en… en los pájaros y en las llagas, en…
Miradme aquí, clavada en una silla, escribiendo una carta a las paloma… Miradme aquí, s que ahora podéis mirarme.
Cuando se quiere a una persona, te duele que le duela, te cansa que se canse, te agota que se agote, te entristece que se entristezca,
Las cosas, nuestras cosas, les gustan que las quieran; a mi mesa le gusta que yo apoye lo… a la silla le gusta que me siente… a la puerta le gusta que la abra y…
El corazón de la Tierra tiene hombres que le desgarran. La Tierra es muy anciana. Sufre ataques al corazón —en sus entrañas—.
Se dibuja un redondel con un lápiz o un pincel, con mucho pelo, mucho moño, ojos, cejas y un retoño; nariz chata de alpargata,
Quitaros esa máscara, la tristeza no es más que una care… puede durar tanto como tardes en q… prueba. Estás provocándote llanto artifici…
Presiento la rosa en el tallo dorm… presagio la caricia y presiento la… Y el beso que han de darme, y el llanto no nacido humedece mis dedos
El burro nunca dejará de ser burro… Porque el burro nunca va a la escu… El burro nunca llegará a ser cabal… El burro nunca ganará carreras. ¿qué culpa tiene el burro de ser b…
Sobre el césped los árboles me hab… del divino poema del silencio. La noche me sorprende sin sonrisas… revolviendo en mi alma los recuerd…