López necesita, urgente, un asesor que lo oriente pa’ que evite la ignorancia y su cerrazón tan rancia. Seis de octubre, en la mañana,

Andrés y Hugo, los dos López, en valemadristas brotes las vacunas no compraron y a jóvenes desampararon. Cayendo en “austericidio”

Antier, de madrugada, el cielo fue distinto como en un laberinto la luna despintada se debatía espantada

Va en Tulum el aeropuerto, la selva ya es un desierto, la talan en forma cruenta, pero, nadie se da cuenta. De los árboles cortados,

En la odiosa mañanera la tarugada así impera en el circo de tres pistas con sus múltiples aristas. Hay derroche de recursos

Estos versos van de entrada, el viento no le hace nada, tirolesa austriaca buena de Janitzio hasta Tecuena. La fila se desespera

Desde su nombre de pila sabia rectitud destila Norma Piña, la Ministra, su biografía la registra. Leal defensora garante,

Pichátaro, en Tingambato, del fiel Michoacán tan grato, pueblo en paz, feliz, hermoso, como el oyamel frondoso. Como el madroño y encino

A López, en su mañanera, le dio diarrea en verborrea, el “mesías” tan protector tornó en médico o doctor. Del pueblo bueno muy “sabio”,

Rima con Fuente Ovejuna, masacres van una a una en Coyuca de Benítez de cárteles en convites. Sus terribles felonías,