Dedicado a Julia Espín, la mujer de la que se enamoró.
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Saeta que voladora cruza, arrojada al azar, y que no se sabe dónde temblando se clavará; hoja que del árbol seca
Si al mecer las azules campanillas de tu balcón crees que suspirando pasa el vient… murmurador, sabe que, oculto entre las verdes…
La noche de difuntos me despertó, a no sé qué hora, el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria. Intenté dormir...
Lejos y entre los árboles de la intrincada selva, ¿no ves algo que brilla y llora? Es una estrella. Ya se la ve más próxima,
Una mujer me ha envenenado el alma… otra mujer me ha envenenado el cue… ninguna de las dos vino a buscarme… yo, de ninguna de las dos me quejo… Como el mundo es redondo, el mundo…
Cuando me lo contaron sentí el frí… de una hoja de acero en las entrañ… me apoyé contra el muro, y un inst… la conciencia perdí de donde estab… Cayó sobre mi espíritu la noche;
Este armazón de huesos y pellejos, de pasear una cabeza loca se halla cansado al fin, y no lo e… pues, aunque es la verdad que no s… de la parte de vida que me toca
Hoy la tierra y los cielos me sonr… hoy llega al fondo de mi alma el s… hoy la he visto..., la he visto y… ¡Hoy creo en Dios!
Mi vida es un erial, flor que toco se deshoja; que en mi camino fatal alguien va sembrando el mal para que yo lo recoja.
Cuando miro el azul horizonte perderse a lo lejos, al través de una gasa de polvo dorado e inquieto, me parece posible arrancarme
Me han herido recatándose en las s… sellando con un beso su traición. Los brazos me echó al cuello, y po… partiome a sangre fría el corazón. Y ella prosigue alegre su camino,
¡Cuántas veces al pie de las musgo… paredes que la guardan oí la esquila que al mediar la noc… a los maitines llama! ¡Cuántas veces trazó mi triste som…
Su mano entre mis manos, sus ojos en mis ojos, la amorosa cabeza apoyada en mi hombro. ¡Dios sabe cuántas veces,
Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus crista… jugando llamarán. Pero aquellas que el vuelo refrena…
Nuestra pasión fue un trágico sain… en cuya absurda fábula lo cómico y lo grave confundidos risas y llanto arrancan. Pero fue lo peor de aquella histor…