Esta mujer no pinta sus cuadros para que nosotros digamos: “¡Qué c… salen de la cabeza de esta pintora… Ella es una mujer de ojos enormes. Con estos ojos cualquier mujer pod…
Sea la muerte de capa negra y su aureola de un amarillo intens… y tenga las costumbres que a ella… pero el amor que sea como se practica en los trópicos:
A aquel hombre le pidieron su tiem… para que lo juntara al tiempo de l… Le pidieron las manos, porque para una época difícil nada hay mejor que un par de buena…
Siempre, más allá de tus hombros v… Chispea bajo los temporales. Es un pedazo de madera podrida, un… que alguien menea como a contracor… El mundo que nuestros cuerpos
y ahora, vámonos, cuervo, no a fecundar la… que ha parido y llena el mundo de alas negras. Vámonos a buscar sobre los rascaci…
En una de estas tardes me pondré guantes blancos, frac negro, sombrero; iré a la calle Behren,
El hombre que devora los periódico… no está en un circo como los trape… candela. Si hace un poco de sol se le puede… parques nevados o entrando en el M…
¿A quién doy realidad cuando bajo de noche la escalera y veo al impasible caballero —con su ojo gris de estaño— esperando, acechando?
Pueden fotografiarlas junto a un rosal en un jardín etrusco frente a la columnata del Partenón con sombreros enormes
¿Qué balada puedes cantar ahora, Macha, en pleno invierno, sin reco… que abandonaste aprisa, ágil como… por no perder el tren de Odessa, que fue, después de todo, nuestro…
¿Y si empezara por aceptar algunos… como ha aceptado—es un ejemplo—a e… que mea desafiante en su jardín? Ah, mi señora: por más que baje la… que oculte la cara solterona; por…
No sabemos exactamente lo que hicieron contigo todos esto… y siempre que te alzaste sobre nue… de echarte a andar entre los hombr… saltaba tu cabeza de títere perple…
Hay un hombre tirado junto al mar Pero no pienses que voy a describi… ahogado Un pobre hombre que se muere en la… Aunque lo hayan arrastrado las ola…
Entre marzo y abril está mi mes má… Apretado a tus brazos ascua feliz el más tierno y salvaje te dije:
Impulsado por la muchedumbre o por alguna súbita locura; vestid… de nosotros, con una tela a rayas (ya demasiado pálida); la cara lar… que no podría describir