Loading...

Curandero

todas las heridas y los yuyos del mundo
no bastan para sanarte, curandero;
para eliminar de raíz
aquella pena carnal
 
con sólo mirarte la noto, curandero,
ahí está
atravesando infinita
tus vidas de hoy y de ayer
 
déjala, me dices, déjala que florezca
y que la sangre que de ella brota
sea alimento para la Tierra toda
pues esa herida es mi motor,
mi existencia, mi razón
para aliviar a ese otro, necesitado de paz.
esa herida
es el testimonio de mi cambio de piel.

Other works by Nacho Cesar...



Top