A PESAR DEL ORGULLO
Soneto Alejandrino
Con mis manos vacías, y el dolor acechando
marcharé solitaria, sin luz y sin amor;
ni los versos de amigos, ni alguna triste flor
yacerán en mi tumba, con perfume aromando.
Volveré mi alma atrás, por si él me esté llamando
y el silencio hablará de su cruel desamor.
Soledad que se acerca, cual beso sin dulzor;
un abrazo que duele, cual adiós aflorando.
Me he de ir lejos del sol, y no habrá despedida,
solamente mi ausencia llenará los rincones
y en aquel que yo amé, se abrirá gran herida.
A pesar del orgullo, llanto habrá cual bebida
en sus labios sedientos. Dirá: ¡No me abandones!
sin embargo por siempre, yo ya estaré dormida.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario
“Por la ruta de la poesía clásica”
Derechos reservados
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La poesía clásica en Arte Mayor es bastante difícil de aprender, pero en estos
dos últimos años me esforcé por aprender varios estilos, como este soneto alejandrino,
que consta de catorce sílabas métricas, que no es igual a catorce sílabas gramaticales,
es diferente, ya que hay que contar las sinalefas que se unen cuando una palabra termina en vocal y la siguiente palabra comienza en vocal. En el soneto alejandrino el primero y cuarto verso de las dos primeras estrofas deben terminar en la misma consonante. Y los versos segundo y tercero deben terminar también en las mismas consonantes. En la tercera y
cuarta estrofa el primer verso termina en la misma consonante que el tercer verso, mientras que el segundo verso debe terminar en la misma consonante en ambas finales estrofas.
