#DiarioSemanarioYPoemasEnProsa #EscritoresMexicanos
Me dicen que debo hacer ejercicio… que alrededor de los 50 son muy pe… que hay que conservar la figura y dar la batalla al tiempo, a la v… Expertos bien intencionados y médi…
(Noviembre 27) ¿Será posible que abras los ojos y… ahora? ¿Podrás oírnos? ¿Podrás sacar tus manos un momento…
Como ahora no hay maestros ni alum…
No es nada de tu cuerpo, ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vie… ni ese lugar secreto que los dos c… fosa de nuestra muerte, final de n… No es tu boca —tu boca
Mientras los niños crecen, tú, con… poco a poco te acabas. Yo te he ido mirando a través de l… por encima del mármol, en tu peque… Un día ya sin ojos, sin nariz, sin…
Cuando tengas ganas de morirte esconde la cabeza bajo la almohada y cuenta cuatro mil borregos. Quédate dos días sin comer y veras qué hermosa es la vida:
Siempre estás a mi lado y yo te lo… Cuando la cólera me muerde, o cuan… —untado con el bálsamo para la tri… apareces distante, intocable, junt… Me miras como a un niño y se me ol…
No se ha roto ese vaso en que bebi… ni la taza, ni el tubo, ni tu plat… Ni se quemó la cama en que moriste… ni sacrificamos un gato. Te sobrevive todo. Todo existe
No es que muera de amor, muero de… Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin…
He aquí que tú estás sola y que yo… Haces cosas diariamente y piensas y yo pienso y recuerdo y estoy sol… A la misma hora nos recordamos alg… y nos sufrimos. Como una droga mía…
Soy mi cuerpo. Y mi cuerpo está triste, está cansado. Me dispongo a dormir una semana, un mes; no me hablen. Que cuando abra los ojos hayan crecido los niños y todas las cosas sonrían....
Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoport… Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan…
Un ropero, un espejo, una silla, ninguna estrella, mi cuarto, una v… la noche como siempre, y yo sin ha… con un chicle y un sueño, una espe… Hay muchos hombres fuera, en todas…
—Mira la luna. La luna es tuya, nadie te la puede quitar. La has atado con los besos de tu mano y con la alegre mirada de tu corazón. Sólo es una gota de luz, una palabra, hermosa. Luna...
Miss X, sí, la menuda Miss Equis… llegó, por fin, a mi esperanza: alrededor de sus ojos, breve, infinita, sin saber nada. Es ágil y limpia como el viento