No tiene por que ser ridículo
Y ¿por qué ha de ser ridículo
aquel amigo que así te quiso?
¿Existe acaso un mundo mejor a esto?
¿Podemos confirmar que es cierto esto?
Es probable que con tanto afecto
ya hasta rebosó tu ego.
Encaja entonces esto en el tiempo,
ese tiempo que se va ahora de nuestras manos
y volveremos a un espacio
de reflexión, un espacio de silencio.
Este afecto no es alimento no...
no es alimento para saciar un ego.
No es oro aquello que nos brilla con reflejo.
Un sentimiento es un sentimiento,
es difuso, no nos habla claro
por causa de todo aquello que sentimos como ridículo.
Preferimos mejor la comodidad del ego
antes que sopesar aquello...
que hasta puede que sea cierto.
