Niña pura, alma inocente,
No conocía el pecado,
Siempre fue tan prudente...
Entregó su corazon entero
A ese ser sin sentimientos...
Hombre de pecados, pasado oscuro, tipo renegado...
El Tomó el corazón de esa niña entre sus manos,
Y oprimio muy fuerte, hasta verlo desgarrado.
Ella Conoció el dolor,
con su corazon desangrado,
pobre niña, nunca hubiese imaginado,
que ese amor tan sagrado; del que se habia enamorado,
Fuese capaz de generar a su vida tanto daño...
Ya mujer castigada,
aprendida de mano del desengaño,
Hoy camina herguida con su corazon en lo alto.
Nadie jugará con su amor, eso está muy claro
Pues lleva la marca en su alma,
de ese tipo renegado,
y sus ojos gritan con ese brillo claro.
¡¡Este amor puro, puro y verdadero,
jamás la mano del hombre podrá vencerlo!!