#Españoles #Generación27 #PremioCervantes #SigloXX
Mañana, mañana clara: ¡si fuese yo quien te amara! Paso a paso en tu ribera, yo seré quien más te quiera. Hacia toda tu hermosura
Este soñar a solas... ¡Si tu vida de pronto amaneciese ante mi esper… ¿Por dónde voy cayendo? Primavera… mientras, en tomo mío dilapida su olor y se me escapa en la caída…
¡Beato sillón! La casa corrobora su presencia con la vaga intermitencia de su invocación en masa a la memoria. No pasa
Y los ojos prometen mientras la boca aguarda. Favorables, sonríen. ¡Cómo íntima, callada! Henos aquí. Tan próximos.
La acumulación triunfal En la mañana festiva Hinche de celeste azul La blancura de la brisa. ¡Florestas, giros, suspiros
¡Oh melenas, ondeadas a lo príncipe en la augusta vida triunfante: nos gusta ver amanecer -¡doradas surgen!- estas alboradas
Es una maravilla respirar lo más c… Veo a través del aire la inocencia… Y si la luz se posa como una paz s… El alma es quien gravita con creci… Todo se rinde al ánimo de un sosie…
Montones de supervivientes Miran el mundo delos vivos, Que con sus barcos y sus puentes Intentan servirles de estribos. Después de aflicción y trabajo,
Un recuerdo—pasado deleitoso— me ataca y se apodera tanto de mí que interna primavera me somete a su acoso. Aquel amor aun vibra
Todo el árbol Irguiendo está su ansia de la raíz… Se remontan Hacia la confidencia del susurro l… Por el viento
Duermes. Mi mano toca sueño. Duer… Gozo de tu inocencia confiada, de tu implícita forma en esa noche que hace tan suya con amor la mano… Te siento dormir sin verte,
Mis manos y mis labios y mis ojos rehacen con creciente embeleso próximo al éxtasis, activo sin embargo,
Amigos. Nadie más. El resto es se… ¡Humanos, libres, lentamente ocios… Un amor que no jura ni promete Reunirá a unos hombres en el aire, Con el aire salvándose. Palabras
Después de aquella ventura Gozada, y no por suerte Ni error —mi sino es quererte, Ventura, como madura Realidad que me satura
Pelados, tristemente naturales, en inmovilidad de largas crines desgarbadas, sumisos a confines abalanzados por los herbazales, unos caballos hay. No dan señales