Montones de supervivientes Miran el mundo delos vivos, Que con sus barcos y sus puentes Intentan servirles de estribos. Después de aflicción y trabajo,

¡Vida sin cesar cotidiana! Así lo eres por fortuna, y entre un renacer y un morir día a día te das y alumbras lunes, martes, miércoles, jueves

Por el aire de estío La gaviota ascendiendo Domina la extensión, el mar, el mu… Bajo azul, bajo nubes En vellones muy blancos,

Dormías, los brazos me tendiste y… rodeaste mi insomnio. ¿Apartabas a… la noche desvelada, bajo la luna p… tu soñar me envolvía, soñado me se…

El arroyo Se rinde a su destino: lo más bell… Trasparencia. Por el arroyo claro va la hermosur… No, no hay ninfas.

Pasa el tiempo y suspiro porque pa… aunque yo quede en mí, que sabe y… y no con el reloj, su marcha lenta —nunca es la mía—bajo el cielo ras… Calculo, sé, suspiro —no soy caso

Llegó la sangre al río. Todos los ríos eran una sangre, Y por las carreteras De soleado polvo —O de luna olivácea—

Te besaré, total Amor, te besaré —En torno a su retiro tan continua… Hasta rendir por ímpetu de súplica… —Sin una nube el cielo sueña con u… A su más fervorosa crisis favoreci…

¡Damas altas, calandrias! Junten su elevación algazara y montaña, todavía crecientes gracias a la mañana

¡Damas altas, calandrias! Junten su elevación algazara y montaña, todavía crecientes gracias a la mañana

Se junta el follaje en ramo, Y sólo sobre su cima Dominio visible ejerce La penetración de brisa. Desplegándose va el fuste

¡Cima de la delicia! Todo en el aire es pájaro. Se cierne lo inmediato Resuelto en lejanía. ¡Hueste de esbeltas fuerzas!

Ajustada a la sola desnudez de tu cuerpo, entre el aire y la luz eres puro elemento. ¡Eres! Y tan desnuda,

Ya madura La hoja para su tranquila caída ju… Cae. Cae Dentro del cielo, verdor perenne,… En reposo,

Pelados, tristemente naturales, en inmovilidad de largas crines desgarbadas, sumisos a confines abalanzados por los herbazales, unos caballos hay. No dan señales