Al amanecer, cuando la dureza del día es aún ex… vuelvo a encontrarte en la precisa… desde la que la noche retrocede. Reconozco tu oscura transparencia,

Estaba la mujer con sus dos senos, su única cabeza giratoria, la longitud de su sonrisa, el aire de estar y de alejarse sabiamente… Estaba rodeada de sí misma,

La lluvia como una lengua de prensiles musgo… parece recorrerme, buscarme la cer… lamer el eje vertical, contar el número de vértebras que…

Quisiera un canto que hiciera estallar en cien palab… la palabra intocable. Un canto. Mas nunca la palabra como ídolo ob…

No estabas tú, estaban tus despojo… Luego y después de tanto morir no estaba el cuerpo de la muerte. Morir

Los cuerpos se quedaban del lado s… como si uno a otro se negasen sin… y en esa negación un nudo más fuer… indefinidamente los uniera. ¿Qué sabían los ojos y las manos,

Hay una leve luz caída entre las hojas de la tarde. Dame tu mano y cruza de puntillas conmigo

Cuando ya no nos queda nada, el vacío de no quedar podría ser al cabo inútil y perfec…

Por una espesa y honda avenida de árboles que unen en lo alto su copa y pesadumbre el sueño avanza. Abre sus grandes alas,

El cántaro que tiene la suprema realidad de la forma, creado de la tierra para que el ojo pueda contemplar la frescura.

Un día nos veremos al otro lado de la sombra del sueñ… Vendrán a ti mis ojos y mis manos y estarás y estaremos como si siempre hubiéramos estado

Debo morir. Y sin embargo, nada muere, porque nada tiene fe suficiente para poder morir. No muere el día,

Tu cuerpo puede llenar mi vida, como puede tu risa volar el muro opaco de la tristeza… Una sola palabra tuya quiebra

La mujer estaba desnuda. Llegó un hombre, descendió a su sexo. Desde allí la llamaba a voces cóncavas,