Cinco. Cinco soldados marchan temerosos, surcan llanuras de anónimo gusto, castañean sus pies al andar pavoro… languidecen, aterrados y mustios.

Me llamas en el crepúsculo, desesp… ocultándote prendida del cuerpo de… que dice ser mi amigo, pero tan so… cómo se aflige mi alma, la más des… ante vuestra terrible y ampona tra…

Luna, que en esta honda noche tu luz combate contra faroles, luces artificiales de los hombres que producen insomnes sinsabores. Luna, que me acompañas en el firma…

Yo vengo de un país tan único que es gigante y, a la vez, diminu… Lleno está él de contradicciones, de prodigios y aberraciones. Es un país de hermanos continental…

Qué agotador es seguir recorriéndo… Te conozco ya tanto... ¡Demasiado… Harto estoy de tus ojos distanciad… luceros anquilosados mintiéndome. Pasillos, claustros, mirar pedrego…

Maldigo al tiempo que huye en tu p… que acelera el caminar del reloj, que me enrostra la palabra “adiós”… que me acorta la extraviada existe… Harto debe de burlarse de mí

Nix abrazaba al orbe vestida de prendas celestiales azabaches. Su hálito angustioso, como de quien no quiere soltar al mundo que ya amasa, teñía el aire de un misterio perturbador. No h...

Mítico tiempo en que estuvo el Cr… Tiempo sin tiempo, destiempo inviv… Antes que el Verbo, la luz y el m… ángeles puros sin mácula alguna de… Hubo un momento, silencio absoluto…

De la plácida estancia onírica me arrebata un potente estruendo. Es la caída del plasma en la torme… con un grito natural de agonía. ¡Un maldito trueno!