Tú
A Lenin.
La dulzura que embriaga a cualquiera
La tienes dentro de tu piel
La inocencia de tus palabras, cuáles sean
Lo que soy, me hacen ser.
Cambios inesperados, tiempos de lluvias,
Nos hacen más fuertes cada mañana,
Confusiones alternas, que infortunan,
Me hacen sentir alegre y liberada.
Sin importar el lugar o el tiempo,
Tu sonrisa se me viene a la mente y tiemblo,
Me siento feliz, te recuerdo,
En cada instante, donde sea, te veo.
No quiero querer a nadie más,
Le tengo pavor al cariño ajeno,
Más, cuando estoy contigo el tiempo es fugaz,
Pero, al mismo tiempo, deseo que sea lento.
No quiero dar mi corazón a nadie más,
Lo lastimaron una vez y no volverá a pasar,
Más, cuando estoy contigo te lo doy sin pensar,
No sé, aún, si te lo debo dar.
Tú, no eres más, que otra persona única,
Que fuiste capaz de sacarme sonrisas sinceras,
En ti, siento la existencia de un alma búdica,
Siento mal de amor como la vez primera.
La brisa llega perfumada de rosas,
Cada vez que te miro a lo lejos,
Todo mi miedo destrozas,
Siempre que me miras de cerca y está lloviendo.
Pasteles, galletas o suspiros,
Nada es más dulce que tu canto,
Desearía tener tus labios unidos a los míos,
Y ser felices, en este mundo que de amor, está escaso…
(2011)
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