favilas: pavesa o cenizas del fuego apagado
#Colombianos
Atardecer. Temor crepuscular... Inquietudes que el véspero insinúa… Luces violadas. Nombre de mujer que escucho musitar
No te me vas que apenas te me lleg… leve ilusión de ensueño, densa, in… Mi ardido corazón, para las siegas duro es y audaz...; para el domini… Mi ardido corazón a la deriva...
Dícela “El Ebrio” Aquesto dixo “El Ebrio”, una vega… Aquesto dixo con su voz cansada. Aquesto dixo por la madrugada. Yo dello non sé nada.
Tímida, la palabra de tus labios caía, y en mi pálida frente dolorosa y macabra, toda melancolía
Tú coronas mis quince lustros con el cíngulo de tus brazos, con el cíngulo de tus muslos, con el perfume de tus labios, con el éxtasis de tu júbilo
Tengo una sed de vinos capitosos —venusino furor, pugnas salaces, ojos enloquecidos por el éxtasis, bocas ebrias, frenéticos enlaces—. Tú, Dinarzada, tú, fogosa mía,
Tú fuiste mía, ardiente Dinarzada… todo tu ser se le entregó a mi rue… todo tu ser se le rindió a mi Nada… todo tu fuego se fundió en mi fueg… Tú fuiste mía, ardiente Dinarzada…
No te besé la boca sino cuando me decías que el viento te besaba.… Si te gocé, ello fue si te gozaba también Eros....: con él te iba go… Yo sólo sé decir como es “amando”
Riela en mi alma tu recuerdo como la luna sobre el mar... En el silencio de mis noches oigo tu voz aletear, tu voz que me dice muy paso
El tiempo he perdido y he perdido el viaje... Ni sé adónde he ido... Mas sí vi un paisaje sólo en ocres:
“Esta rosa fue testigo” de ése, que si amor no fue; ninguno otro amor sería. ¡Esta rosa fue testigo de cuando te diste mía¡El día, ya…
Venías de tan lejos que ya olvidé… Venías de tan lejos... Mejor que… Sonatas de silencio y en claves in… contúrbanme el sentido con tácita… Cantatas de silencio, con voces ab…
Pues si el amor huyó, pues si el a… dejemos al amor y vamos con la pen… y abracemos la vida con ansiedad s… y lloremos un poco por lo que tant… Pues si el amor huyó, pues si el a…
Perfumes, aromas ya idos. .. Aromas, perfumes... Aromas de áloes, sándalos y gomas, suaves perfumes abolidos: ¿en cuáles Edenes perdidos,
¡Juego mi vida! ¡Bien poco valía! ¡La llevo perdida sin remedio! Erik Fjordsson.