¿Y la tangente, señor Arcipreste?… ¿El radio de la esfera que se quie… ¿La mula ciega de la noria, que un… ¿La correa cerrada de la honda, qu… ¿Esa línea de fuego tangencial que…

Ya no hay locos, amigos, ya no hay… Oíd... esto, historiadores... filósofos... loqu… Franco... el sapo iscariote y ladr… en nombre de Cristo, con la efigie…

Yo no sé muchas cosas, es verdad. Digo tan sólo lo que he visto. Y he visto: que la cuna del hombre la mecen co… que los gritos de angustia del hom…

¿Qué pena si este camino fuera de… y siempre se repitieran los mismos pueblos, las mismas ven… los mismos rebaños, las mismas rec… ¡Qué pena si esta vida nuestra tuv…

Así es mi vida, piedra, como tú. Como tú, piedra pequeña; como tú,

Mujer... no tendré un beso de niño… ni de viejo, ni de sátiro... Cuando vengas no besaré tus mejill… ni tu frente, ni tus labios. Pondré mi boca en los pliegues

Ten una voz, mujer, que pueda decir mis versos y pueda volverme sin enojo, cuando sueñe

Aquí vino... y se fue Vino, nos marco nuestra tarea y se fue. Tal vez detrás de aquella nube

Luz... Cuando mis lágrimas te alcancen la función de mis ojos ya no será llorar, sino ver.

¿Dónde está la estrella de los Na… La tierra, encabritada, se ha para… Y no ven los ojos de los marineros… Aquel pez —¡seguidle!— se lleva, danzando,

Tu estabas dormida como el agua que duerme en la albe… y yo llegué a ti como llega hasta el agua que duerme

Filósofos, para alumbrarnos, nosotros los poe… quemamos hace tiempo el azúcar de las viejas canciones… Y aún andamos colgados de la sombr…

Señor, yo te amo porque juegas limpio; sin trampas —sin milagros—; porque dejas que salga, paso a paso,

Ayer estaba mi amor como aquella nube blanca que va tan sola en el cielo y tan alta, como aquella