Fumo mucho. Demasiado. Fumo para frotar el tiempo y a vec… y oigo pasar la vida como quien po… Fumo mucho. En el cenicero hay ideas y poemas y voces

recuerdas el que vivía antes en el… sus muñecas al patio porque ella t… y las miramos que no se movían y y… debió de recogerlas a la mañana si… iban perdiendo forma hasta que osc…

Te mataré mañana cuando la luna sa… y el primer somormujo me diga su p… Te mataré mañana poco antes del al… cuando estés en el lecho, perdida… y será como cópula o semen en los…

Una cucaracha recorre el jardín hú… de mi chambre y circula por entre… vacías: la miro a los ojos y veo tus dos o… azules, madre mía.

En la playa de la noche mostraba mis ojos a las sirenas que jugaban impunemente con mi pen… con el falo que en el lecho maloli… deshacen los sueños y cae la piedr…

Tengo un idiota dentro de mí, que… que llora y que no sabe, y mira sólo la luz, la luz que no sabe. Tengo al niño, al niño bobo, como… en Dios, en un dios que no sabe

El acto del amor es lo más parecid… a un asesinato. En la cama, en su terror gozoso, s… el alma del que está, hombre o mujer,

Se diría que está aún en la balaus… mirando a nadie, llorando, Se diría que eres aún visto como s… que eres aún en la tierra un niño… Se diría, se arriesga

Yo soy un hombre muerto al que lla… En la cena de los hombres quién sa… algo aún será: ceniza en la mesa o alimento para el vino. Los bárbaros no miran a los ojos c…

Pero no sólo los mendigos, padre,… van también aquellos que aun más a… también estos mendigos del ser que… a la puerta del manicomio esas caricaturas humanas, tal como…

Pero conoceremos otras primaveras,… a la Isla—Que—No—Existe, está pr… por la voz de la señora Darling (e… vuelven el rostro a sus esposas o… Darling invita a todos ellos a tom…

Porque hiciste mi gesto eterno sup… que eras la muerte: porque ella só… amarme si no había hombres para mí, vivos: sólo ella podía amarme:

Murió en Sicilia, a la edad de ve… un nombre y la apariencia de un cu… sin alma en el cuerpo moría en jue… espuma por la boca, húmedos sonido… y una calavera presa entre las sáb…

Los hombres del Viet son tan herm… El agua del río, lamiendo sus pier… su ruina. Luego vinieron las Grandes Lluvia… la vagina hambrienta de la selva,…

Dos atletas saltan de un lado a ot… lanzando gritos y bromeando acerca… y no sé sus nombres. Y en mi alma… cómo se balancean los trapecios. D… atletas saltan de un lado a otro d…