Lindesly Meraz

Crónica sobre una visita de campo fotográfica

Contexto:

“Lo importante no es lo que se ve, es como se ve a nivel fotográfico.”

Inicialmente, decidí no elegir uno de los lugares que habito cotidianamente, para tomar las fotografías. Esto, con la intención de poner a prueba los conocimientos que he ido ganando en la clase y poner realizar fotografías originales para la clase. En el marco de “La fotografía de paisaje”, imaginé que El Picacho sería un buen lugar, por motivos de accesibilidad tuve que descartarla. Después de seguir el consejo de alguien a quien quiero mucho, elegí partir a la segunda opción: el Cerro Juana Laínez. Pensé con optimismo – Nunca he estado allí y se supone que es muy bonito, seguro habrán muchos paisajes.– Que ingenua fuí.
Después de caminar hasta el estadio y pedir direcciones para llegar al cerro, la señora me vio con un gesto de “no sabes lo que te espera”. En efecto, empecé a subir la cuesta y de no haber sido por el señor con interés de ganar a una mujer joven como «algo más que amigos», habría desistido del lugar a medio camino.
Cuando cruce la entrada, ví mucha gente con apariencia de no estar coartadas a subir esa cuesta, ni ninguna otra, a pie. Seguí caminando, había mucho cemento, vendedores y posibles compradores platicando, algunos espacios para sentarse y una última cuesta que terminaba con la bandera izada. Cuando llegué a la bandera, y vi la circunferencia cerrada que le rodeaba pensé “Rayos, no debí venir aquí.” Esperaba muchos árboles, senderos, algún espacio que promoviera la biodiversidad o la 'cultura’, algún bosque pequeño con árboles que fueran el hogar de orugas y bichos amables o peligrosos, menos cemento y más tierra. Fue mi error.
Bajé, con la esperanza de encontrar esos paisajes que habitaban en mi imaginación cuando planifiqué la visita. Después de caminar por un largo rato, tomar algunas fotografías malas y convencerme que no es un lugar al que quiera regresar pronto. Me convencí que debía sacar lo mejor que podía, con lo que tenía. Así fue. Tomé fotos de parejas que se besaban en la cercana lejanía dentro del espacio, otras de algunas niñas corriendo y el paisaje visible de Tegucigalpa acechada por la luna.
Hoy, revisando mis notas, encontré una frase que el profesor dijo en clase “Lo importante no es lo que se ve, es como se ve a nivel fotográfico.” Finalmente, esta no fue la lección de mi clase, pero fue la lección que me recordará que un ojo entrenado en fotografía, se crea en las desventuras y no en los paisajes de mi imaginación.

Other works by Lindesly Meraz...



Top