Tú llegaste a mi vida,
Como un rayo de luz sin medida,
Que ahora día a día me ilumina,
Con esa sonrisa angelical,
Que es imposible de olvidar.
Te doy las gracias amada mía,
Por enseñarme nuevamente lo que es amar,
Y hacer renacer ese deseo que llevo por dentro,
Y hacerme olvidare de los malos momentos.
El deseo de volver amar,
Surgió nuevamente en mí,
Para poder recordar,
Lo que en un tiempo quise olvidar.
Lo único que te pido amada mía,
Es que me entregues tu amor cada día,
Porque yo haré lo mismo,
Para el resto de mi vida.