Querido Hugo: Día 40
(F. Galaz, 2024)
Hoy he pensado mucho en ti, han venido algunos poemas a mi cabeza pero ninguno me llena.
Te veo en todos lados, todo eres tú. Cierro mis ojos he imagino aquel pequeño mundo en el que un día tú y yo vivimos. Leo nuestros viejas cartas, y me doy cuenta que nada ha cambiado. Siguen aquí los mismos miedos y preguntas sin respuesta.
Piensas tanto como yo en ti? Haz conocido alguien más?
Escucho las canciones que un día escuche cuando te conocí por primera vez, y me parece mentira darme cuenta que el inocente joven del que un día me enamore, es el mismo hombre del que ahora sigo enamorada.
Se que los sentimientos pasarán, puedo sentirlo y eso me asusta tanto como me duele.
Querido Hugo,
Quisiera despertar y encontrar tu brazo envolviendo mi cuerpo, quiero ver tu mano tocando mi vientre en señal del anhelo de un futuro juntos. Quiero despertar en tu cama, encontrar tu rostro, tocar tu cabello y tu cara sabiendo que hemos dormido en paz porque tú y yo estamos en el mismo lugar.
Quiero tus besos y el sexo por la mañana, quiero sentir tus manos por mi cuerpo, tus labios en mis senos y recibirte entre mis piernas. Quiero marcar el ritmo de tus movimientos, e implorarte que no pares, porque nos siento uno mismo. Quiero sentir tu ritmo acelerarse dentro de mi, morder tus labios, desesperarme ante la excitación que solo tú me provocas. Quiero gritar tu nombre, aferrarme a tu espalda y temblar de placer.
Y entonces, besarte el rostro al sentirte vacío como señal de todo el amor que siento dentro de mi.
Pasea tus dedos por mi espalda, dibuja mi rostro entre tus manos, besa mi cuello, demuéstrame porque solo tú eres quien mi cuerpo recibe.
